Nora Sánchez. 03/05/2022. Clarín
Sbase desarrollará con un equipo propio los estudios de ingeniería para el primer tramo del subte F, entre Constitución y la estación Callao de la línea D.
A 20 años de que la Legislatura porteña aprobara su creación, el Gobierno porteño dio un paso firme hacia la construcción de la línea F de subte, planeada originalmente para unir Barracas con Palermo. Después de un fallido llamado a licitación internacional, cuya apertura de sobres se postergó una decena de veces, Subterráneos de Buenos Aires S.A. anunció que realizará con personal propio los estudios de ingeniería del proyecto, que servirán para elaborar los pliegos de licitación de la obra.
El presupuesto original de la licitación que se canceló era de 5 millones de dólares. Sin embargo, según afirman en el Ejecutivo, esa cifra iba a terminar ascendiendo a entre 8 y 10 millones de dólares. En cambio, según Sbase, desarrollar los estudios con equipos propios implicará un gasto de 3 millones de dólares, tomando en consideración los costos directos de salarios y equipamiento y los costos indirectos.
De acuerdo al Gobierno porteño, habrá un ahorro de entre 6 y 7 millones de dólares, porque además de evitar pagarle a una consultora, se podrá reutilizar documentación ya generada en el marco de otros contratos de consultoría y no habrá que contratar a un veedor para que revise un proyecto realizado por terceros.
"Desde Subterráneos de Buenos Aires se estuvo trabajando en una nueva propuesta que significará un ahorro muy importante para el Estado y permitirá adaptar el desarrollo de la línea a una Ciudad que se ha configurado de una manera diferente. El primer tramo a desarrollar es el que va desde la estación Constitución de la Línea C a Callao de la Línea D", informaron desde Sbase. Y explicaron que se decidió empezar por ese tramo porque coincide con la zona más densamente poblada del trazado aprobado.
En el Gobierno porteño dicen que adaptarán el proyecto a los cambios que hubo en la Ciudad y al contexto macroeconómico actual. Es que la construcción de la Línea F se planeó hace más de 20 años y fue incluida en la ley 670, aprobada por la Legislatura en 2001 y que también ordenaba hacer las líneas G (Retiro-Agronomía) e I (Parque Chacabuco-Núñez).
"La línea F fue pensada para una ciudad muy distinta a la actual: en todo este tiempo, la formas de movilidad y los medios de transporte público disponibles fueron cambiando. Además, en el último año, los recientes cambios introducidos a partir de la dinámica del teletrabajo están obligando a repensar las inversiones en materia de infraestructura urbana", afirman en el Ejecutivo.
Por eso, Sbase desarrolló una nueva propuesta para el subte F, con algunas modificaciones con respecto al plan original. Se repensaron las etapas de ejecución de la línea, sus instalaciones complementarias y su forma de operación en función de los cambios en las condiciones de vida y la movilidad de la Ciudad, su densidad poblacional y la intermodalidad con la red de trenes y de Metrobus, entre otros factores.
Otro cambio fundamental fue la decisión de desarrollar la ingeniería del proyecto con personal propio de Sbase. Esto responde a una cuestión presupuestaria y, según el Gobierno porteño, a "la dificultad de que empresas extranjeras se hagan cargo de un proyecto de esta dimensión, que lleva años".
El equipo de profesionales de Sbase fue el encargado del diseño y la licitación de los distintos tramos del subte H. Esa fue la última línea que se inauguró en Buenos Aires, en el año 2014, aunque siguió sumando estaciones hasta 2018, cuando llegó a Facultad de Derecho.
Según la empresa estatal, a ese equipo recientemente se incorporaron algunos de los profesionales que hicieron los anteproyectos de los viaductos Mitre, San Martín y Belgrano Sur.
La estación de subte Correo Central, de la línea E. Junto a Retiro y Catalina, está entre las últimas que se inauguraron en la Ciudad, el 3 de junio de 2019. Foto Andrés D'Elía
El proyecto
El nuevo plan oficial para construir el subte F se propone llegar primero a las zonas más densamente pobladas y con mayor cantidad y diversidad de actividades; lograr una mayor eficiencia, aumentando beneficios y reduciendo costos, optimizar el uso de la infraestructura existente, y priorizar la conectividad con otros medios de transporte.
Originalmente se pensó que esta línea una Barracas con Palermo, con un recorrido de 8,6 kilómetros y 13 estaciones por debajo de las avenidas Juan de Garay, Entre Ríos, Callao y Las Heras.
El estudio de ingeniería se enfocará en el primer tramo a construir, que unirá Constitución con la Plaza Rodríguez Peña, a metros de la estación Callao de la línea D. Tendrá 5,2 kilómetros y 6 estaciones y, a futuro, permitirá combinar con todas las líneas menos con la H.
La Plaza Rodríguez Peña está en Callao y Paraguay. La línea F en principio llegará hasta allí y conectará con la estación Callao de la línea D.
En el Gobierno porteño consideran prioritario a este tramo porque, por un lado, facilitará el desplazamiento norte-sur, descongestionará la Línea C y potenciará el uso de las otras líneas radiales (A, B, D y E). Por el otro, coincide con la zona más densamente poblada del trazado previsto. Según cifras oficiales, en esa zona residen 213.000 personas y se calcula una demanda diaria de entre 270.000 y 300.000 pasajeros.
Además, el proyecto incluye hacer un enlace operativo con la Línea H, para poder utilizar los talleres de esa línea para los trenes de la nueva línea F. Este enlace se ejecutará debajo de la calle Pacheco de Melo entre Callao y Las Heras. Tendrá 800 metros de longitud y se prevé usarlo como cochera para ocho formaciones.