19/02/2021 I LA NACION | Sociedad
por Constanza Bengochea
El gobierno porteño avanza con la construcción de un espacio público integrado a la Ciudad
Luego de dos meses, finalizó el 28 de enero la audiencia pública en la legislatura porteña del proyecto de rezonificación de los predios Costa Salguero y Punta Carrasco, que impulsa el gobierno de la ciudad como parte integrante de un plan de transformación de la Costanera Norte.
Desde el gobierno porteño, el secretario de Desarrollo Urbano, Álvaro García Resta, afirmó a LA NACION que “es el mejor proyecto para ese lugar”, ya que su premisa es “llevar ciudad donde no hay” con la construcción de un “gran parque con distintos usos para que más gente pueda disfrutarlo”.
En marzo, con el comienzo del año legislativo, se procederá a una segunda lectura del proyecto y será votado en el recinto para su aprobación o rechazo definitivo.
El proyecto
El lugar consta de 18 hectáreas ubicadas en la zona de Punta Carrasco y Costa Salguero, que forma parte del Distrito Joven. En el proyecto, que tiene como objetivo que Buenos Aires vuelva a darle la cara al río, el 74% (13,3 ha) del área será destinado a un parque, y el 26% (4,7 ha) restante será destinado a la construcción de viviendas, oficinas y comercios.
Costa Salguero dependía originalmente de la Administración General de Puertos. Dicho predio se encuentra concesionado desde 1988. En el 2001, el Estado Nacional transfirió el predio a la Ciudad a través de la ley 25.436, con la obligación de mantener el contrato de concesión, que vence en 2021.
Por otra parte, la concesión de Punta Carrasco fue otorgada a la sociedad Punta Carrasco S.A. en 1988 por 20 años. En 2008, la Ciudad le extendió el permiso de ocupación, uso y explotación de modo precario, por 4 años. En 2013 se le volvió a extender por otros 4 años, y el permiso finalizó en noviembre de 2016.
“El predio de Punta Carrasco quedaría todo como espacio público y en el de Costa Salguero se puede disponer, según la ley, de hasta un 35% del predio. El equipo de arquitectos que ganó con su proyecto sólo previó el 26% de edificación”, puntualiza García Resta.
La iniciativa, que recupera un terreno que hace más de 30 años usa un privado, pretende crear un espacio “para que puedan disfrutarlo todas las personas que viven, trabajan y estudian en la ciudad, y también los turistas”, explica el secretario.
García Resta detalla que se tratará de un espacio público integrado a la ciudad, cercano a viviendas, comercios, espacios de servicios, entretenimiento, y con actividades culturales que inviten a quedarse y disfrutar. Y no sólo un espacio público aislado.
“Que un espacio sea público no significa que sea accesible para las personas. La infraestructura es lo que hace a los lugares públicos accesibles, invita a las personas a quedarse y a usarlo”, sostiene el secretario, y agrega: “¿Por qué no todo parque? Porque en las ciudades, en la medida que el proyecto tenga mejor mixtura, aumenta la gente que concurre al lugar. Si la gente va entonces el lugar es bueno. Si demás de un parque hay un lugar para ir a comer, oficinas para que se ocupe en la semana y viviendas, es mejor”.
Los ganadores del concurso del proyecto Salguero fueron los arquitectos Valeria Frank y Federico Menichetti, del estudio Franck Menichetti Arquitectos - Large Scale Architecture and Urban Planning.
Los especialistas explicaron a LA NACION que, para realizar el bosquejo ganador, tuvieron en cuenta proyectos de parques locales relacionados con el río y la ciudad como el Parque de la Memoria o el Parque Micaela Bastida. Y se inspiraron en proyectos extranjeros, como el Landscape, del arquitecto James Corner, o estudios de arquitectura como UNstudio, de origen neerlandés especializado en arquitectura, desarrollo urbano y proyectos de infraestructura. De ellos tomaron conceptos y valores arquitectónicos que les sirvieron para analizar, pensar y debatir distintos criterios y formar una idea propia.
Sobre el parque, Valeria Frank señaló que se trata de “un gran espacio verde, con grandes áreas de arbolado, distintos tipos de vegetación y parquizado, dotado de vías circulatorias todas peatonales, de carácter de paseo y recreación, equipados de áreas de descanso y contemplación, senderos aeróbicos con estaciones de gimnasios urbanos, bebederos, bici sendas, bicicleteros”.
También contará con “gradas mirador, taludes y promenade para disfrutar del paisaje, tanto del parque como del río”.
Las gradas del mirador se encuentran en el desarrollo de todo el borde costero
El parque también contempla un área de apoyo edificado “completamente necesaria para una vida sana de un espacio de estas características”, dijo Frank, y agregó: “La propuesta incluye una alta mixtura de usos entre áreas de oficina, comercios, viviendas temporarias y hotelería”.
Los taludes estarán distribuidos por todo el parque y servirán para sectorizar este gigantesco ecosistema verde
Sobre la cantidad de oficinas, viviendas y locales comerciales con las que contará el predio, la arquitecta explica que no está cuantificado cuántos metros le corresponderá a cada uso. “Sí se definió que un 26% de la superficie será la utilizable, mientras que el 74% estará destinado exclusivamente al parque”, dijo.
Promenade: es el gran espacio de acceso, con conexión directa con la ciudad a través del eje Salguero
Sobre la sustentabilidad de las construcciones, Frank dijo: “Hablar actualmente de una arquitectura sustentable es una redundancia. Hoy en día es impensable no tener en cuenta el cuidado en el justo equilibrio de los usos de los recursos ecológicos, ambientales, socioculturales, económicos y humanos en cualquier intervención arquitectónica”.
Por otra parte, la especialista sostiene que para la realización del proyecto se respetaron “las normas urbanísticas y de edificación existentes”, y en cuanto a la altura de las construcciones, por su cercanía al aeroparque internacional Jorge Newbery, el máximo está dado por el código aeronáutico de Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). “Esa altura máxima se tuvo en cuenta a la hora de proyectar, incluso en la elección de las especies arbóreas, ya que no pueden ser demasiado altas”, dijo.
Las críticas
El legislador Javier Andrade, vicepresidente bloque por el Frente de Todos, explicó a LA NACION que este tipo de iniciativa debería ser “en función del bien común” y que, más allá del proyecto, hay que “abrir una discusión sobre las tierras públicas” de la ciudad. Para el legislador no es factible “vender para que quede en manos de privados y construir edificaciones de lujo a las que no accede quien realmente necesita la vivienda en la ciudad”.
Sobre el proyecto, el legislador explicó que desde su espacio entienden que “no es el lugar propicio para construir edificios de 10 pisos, uno al lado del otro”. “Se construye un muro entre el río y la ciudad. Además, el tema ambiental de vivir en un lugar donde te pasan los aviones por encima todo el tiempo”, dijo, aunque reconoció que “el diálogo siempre está abierto” con el objetivo de recuperar el espacio verde de la ciudad que hoy en día es de “seis metros cuadrados por persona”.
“Las tierras no deben ser vendidas, y en lugar de llevar un emprendimiento de viviendas de lujo como propone el oficialismo debe hacerse un gran parque público que permita recuperar a los habitantes de la ciudad un espacio que hace 30 años, producto de las concesiones, hemos perdido”, dijo a LA NACION la legisladora de la Ciudad Lucía Cámpora, e invitó a los funcionarios de la ciudad a que “visiten la costanera un fin de semana”. “Está llena de gente y para eso no hizo falta construir”, dijo.
Otro legislador porteño del Frente de Todos, Matías Barrotaveña, afirma que ellos presentaron un proyecto para que la gente pueda disfrutar del lugar “sin necesidad de consumir”.
El proyecto de oposición consiste “en un parque costero que se llame Diego Armando Maradona y que tenga circuitos ecológicos, con recorridos con flora y fauna nativa, también lugares para andar en bicicleta y hacer deportes. Puede además haber algunas concesiones gastronómicas, pero no que se construyan torres de lujo”, dijo Barrotaveña.
A su vez, los legisladores consultados coinciden en que el proyecto que impulsa el oficialismo contraería el artículo 8 de la constitución de la Ciudad, que consigna que la zona en cuestión es corribereña del Río de la Plata y el Riachuelo, las cuales “constituyen en el área de su jurisdicción bienes de su dominio público”, con lo cual “son públicos y de libre acceso y circulación”. Por ello, judicializaron la cuestión y rige una medida cautelar que impide la venta del predio hasta tanto se resuelva la constitucionalidad de la norma.
Además del Parque Salguero, el plan de transformación de la Costanera Norte comprende a varios proyectos: Distrito Joven, que tiene como objetivo que Buenos Aires vuelva a darle la cara al río, generando una integración de toda el área costera; la reconfiguración del borde costero, que modifica la traza de la avenida Costanera, que se corrió hacia terrenos ganados al río, donde también se construye un parque público lineal desde la altura de Aeroparque hasta el Monumento a Colón; el Colector Bajo Costanera, que integra el Sistema Riachuelo, una mega obra de ampliación del sistema troncal de cloacas del conurbano bonaerense y la ciudad de Buenos Aires que beneficiará a más de cuatro millones de personas e incorporará a un millón y medio de vecinos a la red cloacal y evitará que se contamine la ribera del río; la Plaza Memoria AMIA, que se ejecutará en un relleno costero de 3285,44 m2 en la Costanera Norte, entre el Parque de la Memoria y la Reserva Natural Costanera Norte; y la nueva sede del Tiro Federal, entre el Parque de los Niños y la desembocadura del Arroyo Medrano, donde se instalará la nueva sede de la asociación, que deja el antiguo predio en el que se encontraba, en Libertador y Udaondo. Ahí se instalará el Parque de la Innovación, un nuevo polo científico y tecnológico.