LA NACION 26 de agosto de 2022
> Sociedad - Por Josefina Gil Moreira
Será el primer espacio verde en Las Cañitas y tendrá 6746 metros cuadrados; hubo un acuerdo entre el gobierno de la Ciudad y desarrolladores privados
Según informaron fuentes de la secretaría de Desarrollo Urbano de la ciudad de Buenos Aires a LA NACION, se firmó un convenio urbanístico entre los dueños de las tierras —Kilómetros SA y Arkinver SA— y el Gobierno porteño. El acuerdo contempla que para que los privados puedan construir torres de viviendas y locales comerciales de hasta 96 metros de alto en una de la dos manzanas que comprende el terreno total, la otra se debe convertir en una plaza pública construida a su cargo a través de la desarrolladora inmobiliaria ABV y cedida a la Ciudad.
El parque, que aún no tiene nombre oficial porque será elegido mediante un proceso de participación ciudadana, tendrá 6746 metros cuadrados de espacio verde con áreas de esparcimiento: plaza seca, sectores de mesas, zonas de descanso con asientos y bancos y sector de posta aeróbica sobre la vereda de la calle Huergo. La plaza contará con desniveles que ayudarán disminuir el riesgo de inundación y 75 árboles, entre ellos, algunos lapachos rosados, que se plantarán para la inauguración. La obra comenzó en agosto del año pasado y se estima que finalice en junio del año próximo.
“Esto era un terreno del Estado nacional, el privado lo compró y pidió una excepción para construir torres. Se le dijo que sí, pero como Las Cañitas no tiene plazas públicas, a cambio se le pidió que construyera un parque. Es el mismo concepto con el que estamos trabajando en otros espacios de la ciudad: la cantidad de terrenos es limitada, entonces tenemos que buscar formas de conseguir espacios verdes y una manera de hacerlo es a través de este tipo de convenios”, dijeron desde la cartera que conduce Álvaro García Resta.
El terreno en cuestión es uno de los más codiciados de la ciudad por su ubicación estratégica. Linda con el Campo Argentino de Polo y se encuentra a pocos metros de la estación Tres de febrero del ferrocarril de la línea Mitre y el circuito gastronómico de Las Cañitas, con su epicentro en la calle Báez. En 2017, la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) subastó estas tierras que pertenecían al Ejército Argentino y la desarrolladora ABV fue quien se quedó con el predio, donde desde 1950 funcionaba la sastrería militar. Por entonces, la dependencia se trasladó a otra sede ubicada en la zona oeste del Gran Buenos Aires y el terreno quedó desocupado.
“El lugar era un baldío, un espacio geográfico que cortaba Las Cañitas. Este proyecto de alguna manera termina de conectar al barrio”, aseguraron fuentes de la secretaría.
Fuentes de ABV confirmaron a LA NACION que se encuentran “en plena obra” y esperan terminar el parque durante el primer semestre de 2023. “Las Cañitas es el único barrio de la ciudad que no tiene plazas, entonces hay mucha expectativa entre los vecinos porque se estará agregando espacio verde y revitalizando Dorrego, que es una calle oscura que en general los vecinos no quieren transitar. Esto cambiará la fisonomía del lugar”, dijeron.
Desde la dirección general de Antropología Urbana agregaron que el diseño de esta plaza incorporó lineamientos con perspectiva de género y diversidad. “Se hicieron modificaciones al proyecto original teniendo en cuenta elementos que hacen a la habitabilidad desde una perspectiva de género y diversidad como la circulación y la visibilidad, evitando espacios encajonados y promoviendo visuales amplias que posibiliten ‘ver y ser visto’. Esto, sumado a la incorporación de luminarias en espacios estancos y en circulaciones, hace a la seguridad en tanto posibilita la circulación y permanencia en el espacio público por parte de mujeres y diversidades sin miedo a ser abordadas en recovecos oscuros”, dijeron.
La sastrería militar
La sastrería militar nació el 9 de junio de 1897 cuando José Evaristo Uriburu, presidente de la Nación, y Nicolás Levalle, ministro de Guerra, firmaron el decreto 3332 que creó el organismo con carácter experimental. Desde entonces, el taller de la sastrería se trasladó por varios puntos dentro de la Capital Federal hasta que, en 1950, se inauguró la sede de Las Cañitas como un anexo con almacenes y talleres de confección de uniformes y formación de sastres. Allí iba a funcionar la sastrería hasta 2018, cuando toda la estructura pasó a los cuarteles de El Palomar.
Los vecinos se manifestaron conformes con el proyecto durante un recorrido que realizó LA NACION por el área. Silvia Bau, vecina, dijo que se enteró de la noticia el miércoles por la noche mediante un mail que le envió la Ciudad. “Me puse muy contenta porque tengo un cachorro y me va a venir bárbaro para sacarlo a pasear”, dijo.
Lo mismo sostuvo Silvia Di Marco: “Estamos contentos con la nueva plaza. Sé que también harán un edificio, pero viene en conjunto y mientras hagan cosas lindas me parece bien”.
Mañana, entre las 14.30 y las 17, en Báez y Clay, el Gobierno porteño presentará el nuevo espacio a los vecinos con una celebración que incluirá juegos, talleres, actividades y un show musical. “Esta obra viene a cubrir un viejo anhelo de los vecinos de Las Cañitas, que querían tener un espacio verde y público que estaba faltando en el barrio”, destacó Daniela Bergaizen, la arquitecta que lideró el proyecto desde la Secretaría de Desarrollo Urbano.