Daiana Zunino. 08/09/2022. La Nación
La ley sancionada hoy en la Legislatura indica que el área será de uso residencial; los residentes cuestionaron las modificaciones que se hicieron a un primer proyecto
Tras varias semanas de reuniones y reclamos por parte de los vecinos, la Legislatura porteña modificó el Código Urbanístico y dio sanción definitiva a una normativa que busca proteger el urbanismo, paisajismo y arquitectura de algunos barrios de la Comuna 13. Uno de los principales puntos de discusión fueron los cambios para el barrio Nueva Belgrano, más conocido como Bajo Belgrano, que es la zona que se encuentra comprendida por las calles Migueletes, Monroe, Ramsay, Blanco Encalada, Cazadores, Mendoza, Dragones, Juramento, Husares, Echeverría, Castañeda y Sucre.
Esto se debió a que en la última reunión de comisión de Planeamiento Urbano se habían introducido una serie de modificaciones al proyecto original, que fue sancionado en una primera lectura, lo que permitiría la construcción de viviendas multifamiliares de hasta 15 metros de altura en algunos terrenos del barrio, algo a lo que se oponían los residentes de la zona. De hecho, los vecinos se reunieron durante más de un mes con los legisladores y lograron que se diera marcha atrás con esos cambios. De esta manera, la normativa sancionada hoy establece que la zona será de uso residencial, pero en algunas superficies, menos que en el proyecto con modificaciones, se podrá construir edificios de hasta 17,4 metros. Y se respetarán las actividades comerciales existentes y se tendrán en cuenta para las habilitaciones y autorizaciones aquellos locales en edificaciones que cuenten con planos de registro en etapa de proyecto, plano de permiso de ejecución, habilitación o autorización, y no se admitirá la construcción de nuevos locales comerciales, ni la ampliación de los existentes.
Además, se dejó asentado, entre otros puntos, que el uso de lo que se conoce como garaje comercial se permite localizar solamente bajo cota cero (es decir, no en altura), así como que no podrá exceder la línea de frente interno, para preservar el espacio y el centro libre de manzana (superficie no edificable).
Al respecto de esta situación, el presidente de la Comisión de Planeamiento Urbano y diputado de Vamos Juntos (VJ), Daniel Del Sol, destacó “el diálogo permanente entre las mesas de trabajo a lo largo de este proceso”. Y agregó: “Un proceso que comenzó hace más de un año, escuchando los reclamos y las sugerencias de los vecinos, que después se transformaron en proyectos”. A la vez que planteó: “Trabajamos día a día junto a los vecinos, como nos comprometimos al despachar estos expedientes, para llegar al mayor consenso posible y es por eso que votamos una versión con los ajustes según lo solicitado por ellos. Nos pusimos a trabajar con las asociaciones vecinales en pos de corregir y subsanar la normativa urbana para que dé respuesta a la realidad de los barrios”.
El jefe del bloque de VJ, Diego García Vilas, remarcó: “En la complejidad de la norma que estamos debatiendo, las posiciones de cada uno de los vecinos muchas veces no tenían una coincidencia absoluta y defendíamos cosas distintas, pero más allá de eso siempre se mantuvo el dialogo, la búsqueda de consensos, el respeto por el otro y hubo respeto por el pensamiento crítico de cada una de las partes”. También agradeció “el trabajo de la oposición en este proyecto, porque no fue planteado en términos políticos sino que fue un dialogo”.
Por su parte la diputada del Frente de Todos (Frente de Todos) Claudia Neira aclaró que el proyecto llegó al recinto “con modificaciones que permiten mejorar la situación de estos barrios. No obstante ello, aún planteando esta situación de avance, hay un punto que vamos a votar en contra y es lo que respecta a la cláusula transitoria. Esto es porque se habilita a que los privados a quienes se les otorgaron permisos durante este tiempo ahora puedan construir lo que quieran construir. Esto es un punto clave que tenemos que discutir porque no puede suceder”. Mientras que Matías Barroetaveña (FdT) advirtió: “Lamentablemente, todos los meses estamos discutiendo parches a un código urbanístico que nació sin ningún plan integral que lo respalde y que se hizo de espaldas a los vecinos y vecinas de la ciudad”
En tanto la presidenta de la Asociación Vecinal del Bajo Belgrano (AVBB), Liliana Molas, explicó a LA NACION: “Los vecinos pudimos lograr con mucho esfuerzo y ayuda de los medios volver a primera lectura. No era lo que queríamos, pero era mucho mejor que lo que se estaba planteando”. Además, destacó que “al proyecto le falta resolver el problema de las parcelas superiores, que tienen mucha altura e invaden el pulmón de manzana. Esta medida es beneficiosa para los vecinos, por eso no hicimos ninguna manifestación”.
“Nosotros presentamos un proyecto de ley con las modificaciones que la asociación vecinal requiere, que tomó la diputada Neira y no sabemos si se va a poder avanzar o como se continua con esto, pero estamos muy satisfechos de haber vuelto a la primera lectura. Nos costó un mes de discusiones, así que hay algunas situaciones que no se resolvieron y que siguen poniendo en riesgo al barrio”, sentenció.
Otros cambios
Más allá de lo que respecta a la situación del Bajo Belgrano, la Legislatura también aprobó modificaciones para el barrio Lomas de Núñez, en el polígono delimitado por Vedia, las vías del ferrocarril Mitre y las calles Vilela y Cuba. De manera tal que con los nuevos cambios se permitirá la construcción de edificios con un plano límite de nueve metros; la conservación de la cota de barranca y un retiro de frente de tres metros para mantener el entorno e identidad barrial; el mantenimiento del parcelamiento actual; la preservación del centro libre de manzana; la prohibición de publicidad en la vía pública; y, la protección de inmuebles de valor histórico y patrimonial, a través de su catalogación.
En tanto al barrio Parque General Belgrano, conocido como Barrio River, la zona delimitada por las avenidas Del Libertador, Guillermo Udaondo, Presidente Figueroa Alcorta, y las calles Sáenz Valiente, Sargento Eduardo Romero y Monroe, se le designará una nueva identificación de forma independiente a la U23, en la cual hoy se circunscribe, como una nueva urbanización determinada, y tendrá diferentes condiciones para edificar que consolidarán una baja altura al interior del barrio.
Esta área estará destinada a la localización de viviendas individuales y colectivas, se admitirán edificios entre medianeras, de perímetro libre y de perímetro semilibre con altura limitada, y no se permitirá el englobamiento de parcelas y espacios habitables por encima de los nueve metros a contar desde la cota de la parcela.