Mauricio Giambartolomei
LA NACION
En plena expansión el desarrollo de Buenos Aires se produjo con una vista hacia el Río de la Plata integrándolo a la urbanización, pero esa mirada fue cambiando con el correr del tiempo hasta darle la espalda por completo. En los próximos ocho años podría cambiar esa concepción de la ciudad: con la promesa de volcar la atención nuevamente sobre el margen costero, se presentó un proyecto de recuperación de una franja de 25 kilómetros que sumará espacio verde y público, mixtura de usos comerciales y hasta una playa permanente, con el objetivo final de que se convierta en un espacio recreativo y, también, un balneario.
El plan BA Costa pretende transformar la ribera desde la avenida General Paz hasta el Riachuelo con diferentes hitos, incluida una plaza en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA sobre los escombros que provocó la voladura del edificio en 1994. Se prevé que los primeros espacios serán terminados a lo largo de 2023 para ser inaugurados, pero el proyecto integral tiene un plazo de finalización estimado en 2030, con intervenciones que llegarán hasta la Reserva Ecológica Costanera Sur.
La creación de una playa permanente es, quizás, la iniciativa más novedosa del plan de recuperación costera, que ya se había iniciado con la rezonificación de las tierras de Costa Salguero y Punta Carrasco para ser en parte comercializadas y desarrollar un complejo urbanístico junto a un parque público ribereño. En verano, la Ciudad ofrece Buenos Aires Playa con actividades y un espacio de esparcimiento cerca del Río de la Plata, aunque la propuesta anunciada hoy es diferente.
BA Playa estará ubicada en la península Parque del Vega y fue pensada para una capacidad de 6000 personas, juegos de agua y espacios de recreación, como el muelle para pescadores. Se complementará con una defensa costera de hormigón escalonada de 860 metros de extensión, que sumará más espacios de uso y permanencia además de permitir una aproximación gradual al agua. Por encima de esta defensa, se generará un paseo peatonal para caminar o andar en bicicleta. El inicio de la obra está previsto para noviembre próximo y su finalización, para agosto de 2023.
Se trata de un área de tres hectáreas que tendrá una contención costera en un terreno que se fue ganando al río con residuos áridos provenientes de diferentes obras en la ciudad. La idea es que los primeros usos sean deportivos y recreativos, ligados a todas las actividades que se pueden hacer sobre la arena, aunque la ambición es que se pueda utilizar la costa y el agua en forma completa. “En un futuro podríamos soñar con que la gente se bañe en el río, aunque eso depende de muchas situaciones, sobre todo ambientales, porque en esa zona viene el río bajando desde muchas jurisdicciones. Hay que asegurar que el agua sea apta para bañarse”, aseguró el secretario de Desarrollo Urbano porteño, Álvaro García Resta, durante la presentación.
Homenaje a la AMIA
Ese espacio porteño estará cerca de Vicente López, hacia donde se proyecta extender un parque público y sendero costero con una mirada metropolitana, aunque esta última idea todavía no está desarrollada como si lo está la plaza y memorial AMIA. Se trata de un nuevo espacio público de 3285 m² para conmemorar a las víctimas del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994, que se instalará al sur de la Ciudad Universitaria sobre los escombros del edificio atacado.
Allí se levantará un pilar de metal de 20 metros de altura, que funcionará como un reloj solar, proyectando sombras en el suelo. Habrá, además, una placa con los nombres de las 85 víctimas, se exhibirán escombros de la sede de la AMIA y se colocarán 85 estacas verticales de acero con una lámpara en su extremo superior que representarán a las personas que murieron en el ataque. El inicio de la obra está previsto para junio próximo y se extenderá durante un año.
Integrar la costa a la ciudad es un objetivo que fue tomando fuerza dentro del Gobierno porteño en los últimos años y que se topa con diferentes obstáculos judiciales y sociales por cierto rechazo que provoca, por ejemplo, la rezonificación en Costa Salguero y Punta Carrasco. El plan también fue motivo de estudio académico de un grupo de universitarios de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), que presentaron el proyecto de integración de 20 kilómetros del margen del río en una maqueta de 6,40 por 2,40 metros que ganó el premio a “Una nueva visión urbana de las ciudades” en la 17a. Bienal BA Internacional de Arquitectura, en octubre de 2019.
“Queremos que todos los ciudadanos vuelvan al río con este proyecto de 25 kilómetros de costa que tendrá espacio para el deporte, la recreación y la gastronomía. Será una ganancia enorme para todos los porteños y los turistas”, dijo el jefe de Gabinete, Felipe Miguel. “Es un proyecto pensando a largo plazo, con mucha rigurosidad y detalles. Un proyecto que excede a 2023, que va más allá de este mandato, aunque habrá algunos hitos que podremos disfrutar antes de diciembre del año próximo″, agregó.
El Distrito Joven
Otra de las grandes apuestas del plan de recuperación costero es el Distrito Joven, cuyos sectores 1 y 2 ya comenzaron a transformarse; la finalización de la obra está prevista para entre enero y abril de 2023. Será un nuevo espacio de 73 hectáreas con espacios públicos, comerciales y de usos mixtos, con un paseo lineal de cara al río de 7,6 kilómetros. El proyecto contempla la venta del 22,5% de la superficie de Costa Salguero.
Aunque fue impugnado por la Justicia, el proyecto de Costa Urbana –en la ex Ciudad Deportiva de Boca Juniors– sigue en pie y espera la luz verde judicial para avanzar y transformar un predio privado de 71,61 hectáreas en desuso hace 30 años. Allí se instalarán un espacio verde de 50,8 hectáreas de espacio verde y público, y viviendas y comercios en la superficie restante.
Un nuevo parque de 8,8 hectáreas que incorporará la actual cancha de golf de Costa Salguero, otro espacio verde de 5 hectáreas que se desarrollará sobre los rellenos generados a partir de la obra hídrica del segundo emisario del arroyo Vega y la integración de la Reserva Ecológica Costanera Sur –con un puente de acceso peatonal y pasarelas– también son parte del megaproyecto de recuperación costera porteño.