La Nación | Mauricio Giambartolomei | 14 de mayo de 2018
La extensión de 600 metros de la avenida Triunvirato dio inicio a la urbanización de la villa Fraga, en Chacarita. La prolongación de esa traza en febrero pasado, sobre terrenos ferroviarios que eran del Estado, comenzó a integrar a las más de 2700 personas que viven allí con el resto del barrio. Fue un gran paso, pero el proceso definitivo se puso en marcha hace algunas semanas, cuando empezó la construcción de las nuevas viviendas donde serán relocalizadas las familias para avanzar con la distribución de los servicios públicos y la apertura de calles.
El de Fraga, también conocido como Playón de Chacarita, es un barrio pequeño comparado con otros con urbanización en marcha, como las villas 31 y Rodrigo Bueno, pero que representa un desafío urbano por sus características: las viviendas están encapsuladas en pocas manzanas, los pasillos son muy cerrados, no hay mucha ventilación y el terreno se inunda fácilmente.
Los obradores ya están instalados en Triunvirato y Elcano, donde se construirán los departamentos; también habrá viviendas en un predio de Triunvirato casi Federico Lacroze. Cuando en mayo de 2019 finalice el proyecto habrá 672 nuevas unidades, más que las 513 ya existentes en Fraga, donde hoy viven unas 1000 familias, dejando expuesto uno de los problemas más graves de estos barrios: el hacinamiento. Muchas de las actuales viviendas se demolerán para hacer pulmones de manzana y abrir calles a través de las edificaciones ubicados entre Fraga, Teodoro García, Céspedes y Triunvirato.
"En las viviendas que quedarán en pie se hará un mejoramiento integral, pero ya con todos los servicios básicos en el barrio. Es un proyecto de integración social y urbana para que todos los vecinos tengan los mismos derechos y las mismas responsabilidades al pagar sus impuestos y los créditos de las viviendas", sostuvo Juan Maquieyra, titular del Instituto de la Vivienda (IVC), organismo que se encarga de articular la urbanización. Las condiciones de los préstamos aún no están definidas, pero serán de fácil acceso y con cuotas blandas.
La villa Fraga está ubicada donde funcionaba una playa de maniobras del ferrocarril. Los primeros habitantes se instalaron en 2001, pero después fueron llegando más personas y el crecimiento del barrio fue en altura, con edificaciones de hasta cinco pisos. A la par de su expansión los vecinos comenzaron a plantearse mejoras en reuniones barriales. La confirmación de un plan oficial llegó el año pasado cuando se aprobó una ley de integración.
La norma establecía las pautas para el desarrollo de las etapas de diagnóstico, elaboración, ejecución, control, monitoreo y evaluación de un Proyecto Integral de Reurbanización, basado en la construcción de viviendas, el mejoramiento de las ya existentes, la apertura y consolidación de vía pública, calles vehiculares y senderos peatonales, la provisión de equipamiento urbano, la consolidación del espacio público, y la provisión de servicios urbanos (redes de agua potable, energía eléctrica, desagües cloacales, desagües pluviales y gas natural).
Participación vecinal
La ley también estableció los criterios para las asignaciones de viviendas nuevas y soluciones habitacionales, dándoles prioridad a las familias que habitan viviendas en riesgo de derrumbe, que sufren hacinamiento o que deben relocalizarse por otras razones. También creó la Mesa de Gestión Participativa (MGP), formada por el IVC, los vecinos, y miembros de otros organismos como la Defensoría del Pueblo y la Defensoría General de la Ciudad.
"Tratamos que este proceso sea participativo para todos los vecinos. Después de que se aprobó la ley comenzó a discutirse la tipología de las viviendas. Los primeros modelos no tenían ventilación ni iluminación, pero luego se fue modificando de acuerdo al pedido de la gente", recuerda Luisa Morales, que vive en Fraga hace doce años.
La intervención de los vecinos fue determinante para elegir el modelo de viviendas que se construirá. Habrá cuatro edificios, en forma de U, con espacios abiertos y semipúblicos en el pulmón de manzana. Serán de cinco, seis, siete y ocho pisos, de entre dos y cinco ambientes. En total se formarán 32 consorcios que serán los administradores de cada complejo, modelo similar al que se adoptó en la relocalización de los habitantes de la ex villa 26 y lo que ocurrirá en las nuevas unidades de la villa 20.
En Elcano y Triunvirato se construirán 400 departamentos en tres edificios y los restantes se edificarán en el otro terreno. El IVC prevé comenzar con las obras de mejoramiento de las viviendas actuales en octubre próximo para cuando ya deberían estar en marcha los talleres de la MGP para definir la apertura de calles y cuáles serán las viviendas que se demolerán para avanzar con la urbanización profunda.
"No todos están conformes con el proyecto porque algunos vecinos sienten que no tienen la misma participación que otros", planteó Mariluz Zambrana, habitante del lugar. "Hay vecinos que se quedaron con sus ideas guardadas, por ejemplo, como sería el diseño de las viviendas y como estarán distribuidos los servicios", dijo al expresar su disidencia.
Las diferencias en cómo se implementa la urbanización, desde la concepción de la ley hasta las obras, es una característica que también apareció en otros procesos lanzados en el último tiempo. En Fraga queda más expuesto por las distintas corrientes sociales y políticas que involucran a los vecinos y referentes de manzana.
Las organizaciones que monitorean la intervención del barrio manifiestan conformidad con los objetivos planteados hasta aquí. "La ley 5799 que dispuso la reurbanización del barrio es el reconocimiento del Estado del derecho a la reurbanización", manifestó el Defensor General de la Ciudad, Horacio Corti. "Un aspecto fundamental es la Mesa de Gestión Participativa que implica un cambio de cultura política y administrativa, pues no se trata de políticas públicas diseñadas de forma unilateral por la administración, sino que con la participación del barrio", agregó.Los plazos oficiales prevén que en mayo de 2019 estén terminados las primeras 400 unidades habitacionales y que entre mayo y julio las familias ya estén mudadas. Lo harán con las escrituras en su poder y con un plan crediticio diseñado a la medida de sus posibilidades. Así está planteada la urbanización de Fraga, pensada para darle beneficios a los vecinos de la villa y también a todo el barrio de Chacarita.