Clarín ARQ - Arquitectura - GRACIELA BADUEL
Los planes de Leandro Santoro y Bárbara Rossen sobre movilidad urbana, espacio público y convenios urbanísticos, entre otros temas.
La plataforma de Leandro Santoro, el candidato a Jefe de Gobierno por Unión por la Patria -junto a la arquitecta Bárbara Rossen como Vicejefa- se resume en un objetivo: “Humanizar la Ciudad”. Así se destaca en su extenso y detallado programa, que se puede descargar de su sitio web.
Los ejes de su propuesta son: Garantizar el acceso a la vivienda, Mejorar la movilidad urbana, Modificar el Plan Urbano Ambiental y el Código Urbanístico, Sumar verde al espacio público, Residencializar el Área Central y Terminar con los convenios urbanísticos.
A pedido de ARQ, Santoro sintetizó los puntos más relevantes de su programa.
Políticas de vivienda y alquileres accesibles
Aseguran que van a “terminar con los negociados inmobiliarios”, regular Airbnb (a partir de licencias con control exhaustivo), reconvertir el Microcentro otorgando incentivos económicos a las nuevas viviendas que se vuelquen al alquiler y, de manera más general, eximir de ingresos brutos y ABL a los propietarios que alquilen, para lograr que casi no haya inmuebles vacíos.
Se creará también un Parque Público de Viviendas para Alquiler reconvirtiendo al IVC en una empresa pública de desarrollo urbano integral. Esto permitirá a la Ciudad tener un rol activo en la refuncionalización de edificios propios, la movilización del suelo público o la compra de inmuebles ociosos o abandonados.
Las viviendas que la Ciudad recibe por herencias vacantes y las propias, en lugar de ser subastadas a precios de remate (como el ex Mercado del Plata) podrían nutrir por goteo ese banco público. También los derechos percibidos por plusvalías urbanas o las contraprestaciones de los convenios urbanísticos podrían pagarse en m2 para vivienda pública. Además se proponen construir edificios para vivienda destinados exclusivamente al alquiler accesible.
Movilidad urbana - Red de subtes - Red de ciclovías
Apuestan a extender la red de subtes cumpliendo con la creación de las líneas que estipula la Ley 670, además de estudiar su ampliación y modificación, articulándola con otros nodos de transporte llegando a más barrios. También harán la red 100 % accesible. Para todo ello recurrirán a financiamiento internacional, que se pagará con el Fondo para la Movilidad Sostenible, sumando los ingresos por patentes y estacionamientos.
“Así crearemos las líneas pendientes (F, G e I), además de completar el recorrido de la H”, dice el documento. Y agrega que se ampliará el horario de funcionamiento a las 24 horas, con un servicio nocturno reducido.
Proponen también mejorar el servicio del Premetro extendiendo la red y elevando su recorrido para mejorar la seguridad; modernizar y duplicar su flota y ampliar el horario.
Lo mismo con las ciclovías: quieren extender la red, mejorar la seguridad y replantear el sentido de algunas. Sumar además estaciones para que haya un número similar en varias comunas. E incorporar bicicletas eléctricas, como existen en otras partes del mundo, para facilitar recorridos más largos.
Plan Urbano Ambiental y Código Urbanístico
Buscarán que el Código vaya en contra del actual, “que destruyen la identidad de los barrios, aumentando por igual la constructividad, sin importar la infraestructura, ni las necesidades de cada zona, y sin planificación estatal”.
Consideran que sin regulación el mercado invirtió allí donde era más rentable, concentrando la construcción en algunos barrios (como Colegiales, Chacarita, Villa Devoto y Palermo) que están colapsados en servicios, con casas que se agrietan y problemas de transporte.
“El modelo urbanístico del negociado inmobiliario genera una producción concentrada con la oferta de ‘viviendas commodities’ que se encuentran disociadas de la demanda de vivienda de la población general, produciendo fragmentación urbana y discriminación socio espacial”, describen. Y agregan que a pesar de que entre 2011 y 2021 se construyeron en la Ciudad más de 10 millones de metros cuadrados, hoy falta vivienda para la gente.
Se ocuparán de la planificación urbana para regular el futuro de la Ciudad: “hacia dónde se crece, qué produce, para quién se produce, quiénes construyen, qué intereses confluyen y qué modelo de inclusión propone”.
Actualizarán el Plan Urbano Ambiental, cumplirán con la creación del Código Ambiental y construirán un nuevo Código Urbanístico. “Orientar la producción de Ciudad ayudará a modificar el tipo de producto/vivienda que se construye, priorizando el bien común sobre la rentabilidad privada” es uno de los objetivos.
Pretenden que se construya más donde hay mayor potencial de crecimiento, dotando esas zonas de mejor infraestructura, en lugar de priorizar los barrios con mayor valor del m2. Así, sostienen , la vivienda “volverá a ser un derecho y no un refugio de valor de los especuladores”.
Convenios urbanísticos
Hay que terminar con “esta política de la Ciudad que permite que a los vecinos se les aparezcan torres sorpresa en sus barrios”. El candidato y su equipo consideran que son instrumentos que están en el Código para resolver problemas del bien común, y que hoy son mal utilizados para habilitar excepciones.
Se implementarán mecanismos de participación cuando surjan necesidades reales.
Espacio público
En este caso y para luchar contra el cambio climático, proponen la estrategia “3-30-300”. Consiste en forestar la Ciudad de manera que se puedan ver tres árboles desde la ventana de cada casa, tener un 30 % de la Ciudad con cobertura vegetal y un parque cada 300 metros.
Quieren “dejar de vender espacio público para emprendimientos privados y comprar privados para construir espacios públicos verdes, plantar 100 mil árboles de copa grande y ganar espacios públicos a partir de peatonalización de diferentes sectores”. Van a recuperar el río a partir de un plan de manejo de la Costa y sumar metros cuadrados verdes utilizando terrenos que hoy tiene la AABE.
En el mismo sentido reafirman su compromiso con el proyecto de un parque público en Costa Salguero.