LA NACION | SOCIEDAD | BUENOS AIRES | Valeria Musse
La Legislatura aprobó en primera lectura que se subaste el terreno; en el 35% de la superficie se podrá construir y, debajo, generar una cochera para 300 vehículos Crédito: Jorge Vidal
En medio del desacuerdo de un grupo de vecinos de Colegiales y algunos sectores de la oposición, hoy avanzó un paso el objetivo del gobierno porteño de poner en venta el predio El Dorrego, donde en sus inicios funcionaba un mercado de frutas y verduras y en los últimos años, un espacio ferial.
Los legisladores aprobaron, en primera lectura, el proyecto que prevé la enajenación del inmueble mediante una subasta pública. Se proyecta que parte del dinero obtenido de la comercialización sea destinada para concretar la tan postergada plaza Clemente, ubicada a unos pocos metros del espacio y creada por ley, sin avances, hace más de una década. El resto del dinero sería para obras de mejoras en el espacio público del barrio.
Con 40 votos a favor -aportados por el oficialismo y los diputados que responden a Martín Lousteau (Evolución)- y 18 en contra, la iniciativa tuvo una primera aprobación; para completar el proceso y convertirlo en ley debe ser sometida a una audiencia pública previa a una segunda votación en el recinto.
De acuerdo con el texto presentado por la Ciudad, que sufrió algunas modificaciones a último momento convenidas con Evolución, el predio es "innecesario" para la gestión estatal, por lo que es viable su venta. Sin embargo, suele ser utilizado por Horacio Rodríguez Larreta para reunirse con vecinos y también es escenario de eventos como la ya tradicional Feria Masticar.
El 65% del terreno -delimitado por las calles Ramón Freire, Concepción Arenal, Zapiola y la avenida Dorrego- deberá constituirse como un espacio verde de acceso público. En el resto de la manzana, donde se admitirán edificaciones, unos 5000 metros cuadrados deben tener exclusividad para la actividad audiovisual; de ellos, un 10% sería para uso del gobierno porteño. El ganador de la subasta podrá construir un estacionamiento subterráneo con capacidad máxima para 300 vehículos.
"¿Quién puede creer que es necesario vender El Dorrego para construir la plaza Clemente?", se preguntan los integrantes del colectivo que desde hace tiempo reclaman que se cumpla con la ley que creó ese espacio verde para el barrio. "Utilizan la plaza como una excusa para rematar el activo de la Ciudad a privados", agregó Ernesto Golomb, vecino de Colegiales.
El texto indica que una fracción de la ganancia obtenida de la venta del lote se destinará a financiar las obras de construcción y equipamiento de la plaza Clemente. Una de las modificaciones al proyecto original propuso que el gobierno deberá empezar los trabajos en el mencionado parque dentro de los 60 días de promulgada esta ley sin estar condicionada a la subasta pública.
Mediante un comunicado, los vecinos que luchan por esa plaza -y que evitaron que se avanzara con un emprendimiento comercial en ese lugar- denunciaron que el costo de hacer realidad la plaza sería inferior a los $20 millones, "menos de un 10% del valor de mercado" de El Dorrego. "Y lo peor es que tuvieron 11 años para dedicar una partida presupuestaria para hacer tal parque", dijo Golomb. Hoy, la plaza no es más que un terreno abandonado en el olvido.
Distintas opiniones
Julieta Costa Díaz, comunera por Unidad Ciudadana de la comuna 13, indicó a LA NACION que "lo mejor hubiese sido que la Ciudad convocara a los referentes del barrio y a vecinos a una audiencia para preguntar qué utilidad se le podría dar a El Dorrego en beneficio de la comunidad". Los integrantes del grupo Sí a la Plaza Clemente elaboran por estos días, en forma participativa, un diseño para la tan ansiada y postergada plaza.
La enajenación del inmueble donde funcionó el tradicional Mercado Dorrego entre 1928 y 1981 como un espacio en el que los quinteros llegaban para ofrecer sus productos con puestos de frutas y verduras provocó opiniones a favor y en contra.
Francisco Quintana, vicepresidente 1º de la Legislatura e integrante de Vamos Juntos, defendió el proyecto oficial: "Vamos a lograr dos propósitos: consolidar el Distrito Audiovisual porteño y responder al pedido vecinal de más espacios verdes", afirmó.