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Arturo Prins PARA LA NACION Director ejecutivo de la Fundación Sales
En el Coliseo romano un pilar llamado "meta" marcaba la llegada de las carreras de cuadrigas. "Esa columna sólida, tangible -dice el abogado y economista Guillermo Laura- inspiró el nombre de la Fundación Metas Siglo XXI, que presido, donde proponemos metas concretas, con plazos ciertos de ejecución pues abundan buenos deseos, generalidades abstractas."
Una red de autopistas es la meta que, por su dimensión económica y de ingeniería, constituye el proyecto más importante que haya presentado una fundación en el país. Laura se inspiró en su padre, el ingeniero Lauro O. Laura, que con el ingeniero Pascual Palazzo proyectó las primeras rutas en los años 30. Sin recursos, Vialidad Nacional las construyó con un impuesto a la nafta. Desde 1948, por la inflación que aún perdura, el impuesto se desvalorizó y debilitó las obras , hasta que en 1957 se lo indexó y se construyeron 10.000 kilómetros. Nuestros déficits presupuestarios desviaron el impuesto a otros fines, deteniéndose los trabajos. Por ello la Fundación Metas sostiene que el problema no es técnico. sino económico.
Otro sistema de financiamiento es el peaje. Bien aplicado significa que un inversor privado hace la obra y recupera su inversión con el cobro del peaje. Pero debe tenerse en cuenta el caudal del tránsito automotor, denso en grandes ciudades y muy reducido en rutas interurbanas. Por el alto tránsito, en 3-4 años se construyeron por peaje las autopistas de nuestra capital (1980) y los accesos a Buenos Aires (1993). Estados Unidos, en cambio, con el parque automotor más grande del mundo, en los años 50 no pudo financiar por peaje la red de autopistas Eisenhower, por falta de caudal automotor. El Congreso aplicó un impuesto a la nafta que financió la obra, de gran impacto en el desarrollo del país. Alemania y China hicieron lo mismo.Nuestro sistema de peaje permite que empresas concesionarias lo cobren sin hacer obras; destinan lo recaudado a mantenimiento (bacheo, señalización, corte de malezas). La Fundación Metas muestra que dichas empresas cobraron un millón de dólares diarios, durante 12 años, con "una inversión casi nula y peajes elevados en dólares". Por ello propone una red financiada como la Eisenhower, para construir 13.346 kilómetros en cuatro años, libres de peaje, sin costo para el Estado, que unirán las capitales de provincias, 1150 ciudades, centros turísticos, puertos y países limítrofes. Su costo (US$30.000 millones) se financiará con una pequeña tasa de un centavo de dólar por litro de nafta (que hoy cuesta más de un dólar) cada mil kilómetros, a pagarse una vez construidos. Hace tiempo que se recauda un mayor impuesto al combustible (US$4000 millones por año), por el que Vialidad construyó 29 kilómetros de autopistas por año. Así la red se concluiría en 460 años.
La nueva red generará 100.000 empleos y evitará el 87% de las muertes -la Argentina tiene muy alta mortalidad en rutas- en especial el choque frontal, que causa el 66% de ellas. Reducirá un 19% los fletes y acortará un 30% los tiempos de viaje. Por el mismo sistema se financiarán 100.000 kilómetros de caminos rurales para unir comunidades, hoy aisladas por el barro.
A fin de evitar desvíos y corrupción, los fondos van a las petroleras, que pagan a las constructoras una vez concluido cada tramo, como los servicios de electricidad, gas o telefonía, que se pagan directamente a las prestatarias. Según la Fundación Metas ,el sistema de Participación Público-Privada (PPP) es eficaz cuando se lo implementa de esta manera. No se trata de una privatización pues la inversión privada se convierte en un bien público, propiedad del Estado.
La Argentina sancionó en 2016 una ley de PPP para construir 2800 kilómetros de autopistas a inaugurarse en 2019. Al adjudicarse la obra, cada empresa constructora tiene seis meses para lograr financiamiento bancario. Aunque la deuda la toma la empresa, es deuda soberana, o sea, el Estado finalmente la repaga. Las empresas manifestaron preocupación por tener que tomar créditos con tasas atadas a un alto riesgo país. Por ello el Gobierno suspendió en 2018 los proyectos de PPP.
La propuesta de la Fundación Metas Siglo XXI tiene 20 años. El Poder Ejecutivo la canalizó con un proyecto de ley (1998), que nunca se trató. Lo apoyaron legisladores de casi todo el arco político, legislaturas provinciales y ciudadanos que sufren desde entonces las más de 30.000 muertes por rutas deficientes. Las autopistas las evitan e impulsan un gran desarrollo. Es hora de realizarlas.