Mauricio Giambartolomei. 25/11/2021. La Nación
La ciudad tiene un déficit de superficie verde, y se estudian propuestas para las zonas con los peores registros.
Almagro y Boedo tienen los peores registros de metros cuadrados de espacio verde por habitante de toda la ciudad. No hay proyecto que alcance para aumentar la superficie natural en esos barrios, aunque las propuestas no se detienen y, por estos días, en el Gobierno porteño se evalúan microintervenciones en diferentes sectores con un plan que tiene similitudes con el corredor verde que se instalará sobre la avenida Honorio Pueyrredón.
En algunas calles de esos barrios, con diferentes extensiones y cantidad de carriles, se estudian generar calles de convivencia entre el tránsito y los peatones para reducir la circulación de vehículos y aumentar la cantidad de superficie disponible para espacio público, como plazas o sectores de esparcimiento. Experiencias similares ya existen en la ciudad, como en Palermo o microcentro, donde las calles se adaptan a los entornos peatonalizados, aunque, en este caso, se irá un paso más allá. Las intervenciones comenzarán en Almagro y Boedo, pero se analizan unas 40 calles en diferentes barrios.
Según pudo saber LA NACION, las 40 calles de Almagro y Boedo ya están detectadas aunque aún no pueden ser confirmadas porque se están terminando de evaluar los proyectos. En algunos casos serán intervenciones pequeñas, de una o dos cuadras, y en otros se tomarán trayectos más extensos. De acuerdo a fuentes del Gobierno, las calles elegidas son aquellas con más de dos carriles que no necesitan tanto espacio para la circulación de los vehículos en determinados tramos, por lo que pueden ceder carriles para la intervención. Por ejemplo, si tiene tres vías quizá se reducirá a una para que continúen pasando automóviles y en las otras dos se generará un espacio público.
“La modificación del espacio público durante la pandemia nos dejó una enseñanza que queremos aprovechar en la pospandemia, en la ciudad de la nueva normalidad. Cuando decíamos que la vida de la gente se debía trasladar al aire libre teníamos la convicción de que era una política necesaria para superar el momento, pero ahora tenemos la posibilidad de prolongarlo”, explica un funcionario cercano a Horacio Rodríguez Larreta.
La generación de espacio verde es una de las prioridades del Gobierno y hasta una obsesión que tiene matices polémicos ya que en la superficie total de la ciudad se toman en cuenta los canteros, los bulevares y hasta los cementerios. De acuerdo al relevamiento de espacios verdes por habitante realizado en 2019 por la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda y Finanzas porteño, en la ciudad hay 6,2 metros cuadrados de espacio verde por habitante. Las recomendaciones de organismos internacionales sugieren entre 10 y 15 m² por residente.
Almagro y Boedo (comuna 5) con 0,2 m² por habitante son los barrios con menor superficie disponible, seguidos por Balvanera y San Cristóbal (comuna 3), con 0,4 m² por habitantes. En el otro extremo se encuentran las comunas 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo, Villa Lugano) y la 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución) con 18,8 m² y 18,2 m² por habitante.
Otras propuestas
El concepto de calles de convivencia sigue el modelo que se aplicará sobre la avenida Honorio Pueyrredón, en Caballito, donde se suprimirán carriles para la construcción de un nuevo corredor verde peatonal con la incorporación de arbolado, áreas recreativas y de descanso. El tramo intervenido será de ocho cuadras, entre la avenida Gaona, o en el punto donde se encuentra el monumento al Cid Campeador, y la calle Neuquén, y habrá cambios en la circulación de vehículos y transporte público.
Honorio Pueyrredón cuenta hoy con tres o cuatro carriles por mano, un boulevard central y estacionamiento sobre la mano derecha. El tramo que será intervenido, que conectará las plazas 24 de Septiembre y Giordano Bruno, será de mano única hacia el norte de la ciudad, mientras que los autos y colectivos que actualmente circulan hacia el sur serán derivados a las calles Rojas e Hidalgo y avenida Acoyte.
Patio de juegos con equipamiento recreativo, cancha de fútbol-tenis, postas aeróbicas, anfiteatro con áreas de descanso, y espacios de usos múltiples son algunas de las instalaciones que podría tener el parque lineal, cuyo nombre se definirá a través de una participación ciudadana. La obra comenzará en enero y se espera que esté finalizada en diciembre como parte del Plan de Acción Climática que adoptó la ciudad para tomar medidas inmediatas que ayuden a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Se estima un presupuesto de unos 400 millones de pesos.
El corredor verde de Caballito podría no ser el único ya que se están evaluando otras avenidas para determinar si es posible realizar una intervención similar. También hay otras propuestas que buscan generar más espacios verdes y recreativos. Hace dos semanas, en la Legislatura porteña, se aprobó una ley que busca utilizar los terrenos baldíos ociosos privados y convertirlos en plazas públicas. De acuerdo a los datos oficiales, en total hay 2800 lotes en toda la ciudad que podrían cambiar la funcionalidad y ser incorporados como espacios de esparcimiento. Villa Urquiza, con 219, es el barrio con la mayor cantidad de baldíos, seguido por Palermo, con 144, Caballito, con 99, y Flores, con 87.
La propuesta se denomina plazas pequeñas, es voluntaria y temporal, con un plazo de duración mínima de diez años. La ley plantea la posibilidad de que los dueños de esos espacios ociosos se inscriban en un registro y así postularse para la refuncionalización del espacio. Las zonas con mayor necesidad verde tendrán la prioridad pero, en todos los casos, el Gobierno hará la inversión para acondicionar el lugar y convertirlo en espacios de uso recreativo. A cambio, el propietario recibirá la exención en el pago del impuesto de ABL e impuesto Inmobiliario del inmueble mientras se mantenga su afectación al programa.