Aprueban una ley para financiar a las cooperativas de las villas porteñas

04/12/2020 Clarín.com - Ciudades

Legislatura

Con créditos, un fideicomiso y aportes privados, buscarán apoyar emprendimientos textiles, de alimentos o de construcción, entre otros rubros.

La construcción, uno de los rubros que busca impulsar la la nueva ley de economía social en la Ciudad.

Con un amplio consenso político, la Legislatura porteña aprobó un programa para desarrollar las cooperativas y emprendimientos que hoy están en la informalidad, especialmente aquellos que existen dentro de las villas y asentamientos.

El proyecto de "Ley de Promoción de la Economía Social" fue impulsado por el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad. Lo aprobaron con 52 votos a favor sobre 55 diputados presentes, con tres abstenciones de la izquierda.

En la Ciudad hay unas 1.300 cooperativas, y se estima que con este plan de promoción podrían beneficiarse unas 500.000 personas. Pueden acceder las organizaciones de cualquier barrio, aunque se espera que las más beneficiadas sean las de las villas.

El programa apunta a cooperativas y organizaciones de los rubros textil, de elaboración de alimentos, logística, cuidados personales, construcción, comercio y de la economía "verde".

Textiles uno de los rubros que busca impulsar la nueva ley de economa social en la Ciudad

Textiles, uno de los rubros que busca impulsar la nueva ley de economía social en la Ciudad.

Se ofrecerán cuatro herramientas. Primero, el acceso a créditos para la compra de insumos, materiales y lo que las organizaciones productivas necesiten, con un financiamiento de hasta el 70% con garantía estatal.

Además, habrá exenciones en Ingresos Brutos y facilidades administrativas para que estas organizaciones puedan formalizarse y así acceder a ciertas cuestiones. Por ejemplo, hoy dentro de las villas existen comercios que, al ser irregulares, no pueden cobrar con tarjeta de débito o crédito porque no les dan los posnet. De esa forma, se pierden de venderles productos a sus propios vecinos, que cobran el plan Ciudadanía Porteña mediante una tarjeta de débito. Sólo con este programa se vuelcan todos los meses 270 millones de pesos, de los cuales 100 van a los barrios de emergencia.

La tercera pata es que se les permitirá a las cooperativas participar como proveedores del Estado porteño, en compras directas de hasta $ 6.000.000. Hoy, por trabas burocráticas, esas organizaciones, que podrían abastecer con insumos o servicios al Gobierno, no acceden a esa posibilidad.

La cuarta herramienta es la creación de un fondo fiduciario para financiar emprendimientos en la economía social. Ese fideicomiso se creará con fondos públicos pero también con aportes privados, que podrán apoyar con su plata los proyectos productivos y así les permitirá desgravar hasta un 25% de lo que inviertan en Ingresos Brutos. Una idea similar a la que se usa en los programas de mecenazgo de proyectos artísticos.

Textiles uno de los rubros que busca impulsar la la nueva ley de economa social en la Ciudad

Textiles, uno de los rubros que busca impulsar la la nueva ley de economía social en la Ciudad.

"La nueva ley implica un importante avance para derribar estas barreras estructurales y permite la consolidación de la economía popular, brindando nuevas herramientas para impulsar el desarrollo productivo del sector y la generación de empleo de manera sostenida", aseguró María Migliore, ministra de Desarrollo Humano porteña.

El texto sancionado incorporó cuestiones planteadas en proyectos que habían sido presentados por la oposición. La autora de unos de ellos, Laura Velasco, del Frente de Todos, aseguró que "esta ley, que venía siendo postergada, hoy es un avance y un enorme logro de las organizaciones populares. Vamos a seguir trabajando para que se garantice una reglamentación e implementación acorde a las enormes necesidades del sector”.

Fuentes del Gobierno porteño señalaron que la idea de la ley también es apuntar a lo que debe ser una recuperación económica post-pandemia. Además, que la idea es que la política social no sea únicamente de asistencialismo con planes, o de construcción de viviendas, sino que fomente el desarrollo del trabajo.