El Cronista | 07 de Septiembre | Por EZEQUIEL M. CHABAY
ANTES DE INSTRUMENTARSE, DEBERÁN PASAR POR AUDIENCIA
La Legislatura aprobó los códigos de planeamiento urbano y de edificación. Áspero debate sobre el impacto
ambiental, la densidad poblacional y la gentrificación
La Legislatura aprobó con los 34 votos que reportan al Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, los códigos de planeamiento urbano y de edificación, que renovarán las normas por las cuales se permite construir en la Ciudad, ampliando la "constructibilidad" de los inmuebles, habilitando edificaciones en zonas donde hoy está
prohibido, y ampliando los materiales permitidos. La norma, antes de entrar en vigencia, deberá pasar por audiencia pública y votarse otra vez en recinto.
Los nuevos códigos de planeamiento urbano y edificación relajarán las normas vigentes desde 1977 y 1943, respectivamente. El primero de los textos incorpora nuevos paradigmas para desarrollar una ciudad "integrada, policéntrica, plural, saludable y diversa", con morfologías y mixturas varios, de manera que en cada comuna haya
casas, edificios, comercios y fábricas.
Con el nuevo Código de Edificación, se liberalizan los materiales de construcción, y se incorporan otras tecnologías, como la construcción en seco o steel framing. También se quitan obligaciones que podrían reducir las expensas, como la vivienda del encargado y la sala para ascensores, que serán optativas.
La bancada oficialista, "Vamos Juntos", no logró ni un solo voto opositor para blindar de "consenso" las nuevas normas, según la directriz de Larreta a sus legisladores. "Evolución", de Martín Lousteau, dio las 6 abstenciones registradas, en tanto Unidad Ciudadana, el Socialismo, el Peronismo y la Izquierda pusieron los otros 20 votos negativos.
Las exposiciones dejaron entrever el fuerte contraste entre posiciones: mientras el oficialismo aspira a aumentar la capacidad habitacional de la Ciudad hasta los 5 millones de residentes, la oposición, con matices, considera que los proyectos alimentan la construcción de viviendas como reserva de valor, sin resolver la demanda insatisfecha entre los porteños, y la "gentrificación" del distrito, es decir, el encarecimiento y expulsión de personas de
medio y bajo nivel de ingresos por el encarecimiento de los servicios.
Mientras se aguarda fecha para la audiencia obligada por ley, en las próximas semanas se llevará a tratamiento una ley de "plusvalía urbana", que apuesta a recaudar una parte del valor adicional que tendrán las parcelas con nueva capacidad de crecimiento, haciendo que los desarrolladores financien obras públicas para mejorar el
espacio públicos. Los cálculos más modestos hablan de $ 4000 millones para el fisco.
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