Un mano a mano con el secretario de Desarrollo Urbano de la ciudad en el que explica la revisión del Código Urbanístico, el plan para mantener un equilibrio en cada manzana porteña, la depuración del catálogo preventivo de edificios de patrimonio y los incentivos y políticas públicas que hoy ponen a la zona sur en “el norte” de su gestión. La Nación, La Política Online
Legislatura
La legisladora María Bielli denunció que el gobierno porteño camufló al menos 13 convenios urbanísticos en el nuevo Código Urbanístico. Se trata de proyectos que no pasaron el filtro legislativo y ahora podrían quedar habilitados sin ninguna contraprestación económica.
Los convenios fueron una herramienta implementada por el actual secretario de Desarrollo Urbano, Álvaro García Resta que permitían construir fuera de la norma a cambio de una compensación para el Estado. Los desarrolladores que consiguieron convenios cerraron negocios millonarios.
En 2021 el gobierno abrió una convocatoria a desarrolladores que quisieran construir más metros de los permitidos. Hubo más de 100 carpetas presentadas y por motivos que se desconocen, los proyectos más rentables terminaron sobre los escritorios del estudio Bodas-Miani-Anger.
La Legislatura aprobó 12 proyectos, pero cuando iba a entrar la segunda tanda, los aliados del PRO dijeron basta. La implementación de los convenios siempre estuvo bajo sospecha y por eso el parlamento porteño solo recibió uno más, a nombre de Eduardo Elsztain.
Larreta le habilitó otro millonario negocio a Bodas-Miani antes de dejar el gobierno
"13 de los viejos convenios que no fueron aprobados quedaron en áreas receptoras y hay otros 6 en áreas emisoras", explicó Bielli a LPO. Se trata de un sistema complejo: los desarrolladores que construyan en el sur pueden canjear la superficie construida por metros excedentes en el norte.
Para eso se designaron corredores del sur (áreas emisoras) que otorgan los metros en el norte (en las áreas receptoras). Existen convenios que estaban presentados para los corredores del sur. Eso generaría una doble ganancia: además de tener metros extra en el sur, conseguirían metros extra en el norte sin pagar ni un solo peso al estado.
"Estamos discutiendo estas cuestiones porque el Código de 2018 es un fracaso rotundo. Por como viene el debate vamos a tener el mismo problema", dijo Bielli. Si bien ponderó la intención de construir en el sur, se preguntó por qué el estado no invertía en "infraestructura pública que mejore las condiciones de vida de los vecinos de la zona".
La discusión del Código recién comienza, pero ya surgieron cuestionamientos a la normativa. García Resta participó de la última reunión de la comisión de Planeamiento Urbano. Entre las críticas del peronismo y de la Coalición Cívica casi termina en un escándalo.
"Siempre lo que subyace es que en la modificación del convenio hay tongo. Los convenios urbanísticos los manejaban los grandes desarrolladores, Bodas-Miani-Anger, con puentes en el gobierno de la Ciudad. Pedían 50 mil dólares y 100 metros por metro cuadrado para sacar los convenios en la Legislatura. No tengo pruebas, pero tampoco dudas. Pero eso se terminó", acusó Facundo del Gaiso frente a García Resta.
La reunión volvió a la normalidad unos minutos más tarde. Para ese momento ya no estaba Karina Burjison, la delegada de Jorge Macri en Desarrollo Urbano y jefa política de García Resta, que había salido del salón a las corridas.