16.200 viviendas en Ciudad Evita y otras localidades bonaerenses

07/10/2022
Clarín.com - ARQ- Por Lorena Obiol

El programa del Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires superó la meta establecida para 2022

La vara es alta: proyectar y construir entre 10.000 y 15.000 viviendas por año. Aún así, el Instituto de la Vivienda de la Provincia de Buenos Aires (IVBA) cumplió la meta. En lo que va del 2022 lleva desarrolladas 10.200 y sigue trabajando en proyectos para otras 6.000 en este año.

A esta labor se deben sumar las políticas de mejoramiento habitacional, acceso a lotes con servicios para programas como el Procrear, los de autoconstrucción y otros que se gestionan desde Nación, Provincia y los municipios.

Desde el IVBA se impulsan proyectos de desarrollo urbanístico que contemplan el aprovechamiento del escaso suelo urbano. El objetivo de las propuestas es lograr una vivienda social inclusiva, de calidad, diversa, dotada de espacio público integrador y con respeto por el medio ambiente.

Cinco objetivos

Los proyectos de arquitectura del IVBA se enmarcan en cinco lineamientos urbanos. La promoción de un desarrollo equilibrado del sistema de ciudades es el primero.

La Vera del arroyo compone espacio pblico accesible para la limpieza del aguaLa Vera del arroyo: compone espacio público, accesible para la limpieza del agua.

La pospandemia modificó la modalidad de trabajo del sector vinculado a servicios profesionales y la movilidad diaria, por el fortalecimiento del teletrabajo. Esta situación, en el contexto de distribución asimétrica de la población, presenta un enorme desafío. El 80% de los habitantes de la Provincia de Buenos Aires se concentra en torno a una aglomeración urbana que ocupa del 3% del territorio. Para revertir esta tendencia es necesario evitar la emigración de la población joven de las ciudades pequeñas e intermedias.

Condiciones de habitabilidad dignas en todas las áreas degradadas es el segundo objetivo. El conurbano presenta algunas áreas de pobreza extrema donde, históricamente, la inversión en obra pública de transformación profunda se ha visto impedida por una multiplicidad de factores. Según estudios del Instituto, la mancha urbana se expande alrededor de 200 hectáreas por año en urbanizaciones informales. En este lineamiento se enmarcan proyectos de urbanización integral para garantizar el acceso a un hábitat digno para la población y evitar las tomas ilegales.

El sistema avanza a medida que se va relocalizando a las familiasEl sistema avanza a medida que se va relocalizando a las familias.

La tercera consigna es la de completar tejido, consolidar con densidad y generar espacio público inclusivo. El Instituto elabora proyectos que se integran a la trama urbana circundante, y también combina tipologías diversas para generar fragmentos urbanos integrados. En los casos de vivienda colectiva, los consorcios son pequeños para simplificar el mantenimiento. Del mismo modo, los reducidos espacios comunes se piensan para facilitar su cuidado y evitar que se degraden.

En este marco se inscribe una cantidad de proyectos de desarrollos urbanísticos de gran valor, entre los que se encuentran Ciudad Evita, en la Matanza, y MVyJ, en Quilmes. Asimismo, se impulsan proyectos de vivienda colectiva para “alquileres sociales” y edificios destinados a “hogares de cuidados compartidos”, dirigidos a mujeres jefas de hogar con distintas problemáticas de vulnerabilidad.

Potenciar el crecimiento de la mancha urbana equitativo, diverso y sustentable es la cuarta de las misiones.

Desde hace más de tres décadas, el AMBA se expande siguiendo un patrón de fragmentación entre urbanizaciones cerradas y barriadas populares. Para revertir esa tendencia, el Instituto está ensayando prototipos de urbanizaciones que no generen guetos y que puedan, a su vez, dar cuenta de la mayoría de las expectativas aspiracionales y de seguridad.

Un quinto objetivo es el de fomentar la colaboración con las entidades de la sociedad civil. Existe una ruptura distorsiva entre los niveles de ingreso de la mayoría de la población y el precio de la vivienda en el mercado formal.

Para colaborar y trabajar en conjunto, el IVBA convoca a una red de cooperativas, asociaciones y sindicatos que poseen tierras y la organización necesaria para desarrollar suelo urbano.

Las viviendas en la vera de los arroyos y los proyectos de Ciudad Evita y Las Flores, ejemplos de intervenciones que lleva a adelante el Instituto, dan cuenta de estos lineamientos.

Viviendas en la vera de arroyos

Las áreas de concentración de pobreza que presenta el AMBA frecuentemente incluyen a las cuencas de inundación de los ríos y arroyos urbanos y la exclusión social se potencia aún más con la vulnerabilidad ambiental. Esta propuesta busca garantizar una vivienda digna dentro del área de los vínculos sociales de los habitantes.

El proyecto concibe un borde de contención urbano mediante una vialidad y una vereda de borde. Dado que la pisada es muy acotada por la verticalidad del proyecto, la tipología permite resolver el problema sin mayor consumo de suelo que el de las actuales casillas.

Las viviendas son individuales en dúplex y en su planta baja cuentan con un espacio para la economía familiar. Este espacio eleva los locales habitables de la vivienda por encima de la cota mínima.

Para reproducir la imagen de la ciudad formal y no generar estigmatización del sector, las fachadas presentan diversidad dentro de parámetros de ejecución –altura, color, diseño, ubicación- alejándose de la imagen homogénea de la vivienda social convencional.

Ciudad Evita

El predio se localiza en el partido de La Matanza, dentro del barrio denominado Ciudad Evita, creado en 1947. Este proyecto fue uno de los planes de construcción de vivienda obrera más grandes y emblemáticos de Argentina. Fue declarado de interés patrimonial.

La traza está organizada como “ciudad jardín”, con calles y avenidas arboladas y accesos a las viviendas mediante “cul de sac”. Los atributos formales de las viviendas unifamiliares existentes son derivados del chalet californiano, con sus propios patios, conformando un tejido residencial abierto y aireado, con preponderancia de vegetación.

Trazado original de 1947 de Ciudad Evita y esquemas organizativos de Ciudad Evita Vista aerea del tejido residencial propuesto  Planta de Conjunto Perspectiva peatonal de los patios comunesTrazado original de 1947 de Ciudad Evita y esquemas organizativos de Ciudad Evita Vista aerea del tejido residencial propuesto Planta de Conjunto Perspectiva peatonal de los patios comunes

La propuesta urbana tiene como objeto reinterpretar algunas características de la ciudad jardín, fomentando continuidades entre fragmentos urbanos aledaños e incorporando espacios verdes de calidad. El proyecto incluye dos tipos edilicios: viviendas en módulo de 10 por 10 metros y viviendas colectivas en tira.

Las Flores

Situado en el centro-este de la provincia, el conjunto habitacional de representa la posibilidad de desarrollar una manzana de densidad media en la periferia de una ciudad cabecera de partido (25 mil habitantes).

Como la mayor parte de las ciudades de la pampa húmeda, posee la fuerte impronta de las Leyes de Indias, del damero como grilla ordenadora y la manzana consolidada. Un sólido hipotéticamente homogéneo constituido por una sumatoria de elementos y acciones individuales.

El modo de vida local y el paisaje urbano circundante sugieren morfologías disgregadas y de baja densidad. La propuesta articula dos tipos de viviendas: simples en planta baja y dúplex. Ambas plantean además una serie de variaciones tipológicas pensadas para distintos núcleos familiares, y la posibilidad de crecimiento.

Volumetra del conjunto Las FloresVolumetría del conjunto Las Flores

Esta lógica de organización y ocupación del predio mediante apilamiento de unidades y agrupamiento en bloques garantiza la reducción de la huella edilicia y la consecuente porosidad de conjunto, con posibilidad de expansiones hacia patios, terrazas y cocheras.

Los espacios comunitarios entre público y privado fomentan la organización en comunidades de vecinos, procurando una eficiente administración del espacio común.

Los proyectos urbanos están a cargo del arquitecto Alejandro Batain y equipo; y la gestión de los proyectos, a cargo de los arquitectos Artese, Ceroli, Filgueira, Galeani Calvín, Mangini, Macera y equipo.