El Observatorio en el tiempo

31 Las Convocatorias y los libros En Infraestructura, la sección final de la publi- cación, recurrimos a un conjunto de expertos en redes de infraestructura regionales que ofrecen miradas amplias. En ese marco, más allá de desarrollar cuestiones de actualidad o coyun- tura, apuntamos a trazar panoramas acerca de los sistemas de agua y saneamiento, las inunda- ciones, los puertos, la movilidad y el transporte, consignando los actores institucionales, los mar- cos normativos y las particularidades geográfi- cas, trazando un breve balance acerca de lo que “existe” y lo “que falta”. De algún modo, Territorios, Proyectos e Infraes- tructura, al igual que Planes, Proyectos e Ideas para el AMBA , retoma el espíritu de una iniciati- va que comenzó con Las dimensiones del espacio público. Problemas y proyectos , en el marco de la gestión poscrisis en el Gobierno de la Ciu- dad de Buenos Aires. En ese tiempo, cuando la mayoría de los cartoneros eran familias que buscaban alimentos, cuando la recesión gol- peaba fuerte y había pocos autos en las calles, y el espacio urbano era invadido por los más pobres, imaginamos la posibilidad de sumar las miradas académicas sobre el espacio público, las experiencias de gestión en otras ciudades del continente y la amplia gama de programas y proyectos que se promovían con el síndrome de la urgencia. Por un lado, se narraban las instan- cias de las iniciativas destinadas a los “sin techo” –personas en situación de calle–, a las ferias que abarataban los precios de los productos básicos, a las políticas referidas a los cartoneros. Por otro lado, se promovían algunos proyectos estructu- rales –como la recuperación del área central, la expansión de las redes de subterráneo, la revita- lización del área sur–, a los efectos de “asegurar el chasis de la ciudad” a la salida de la crisis. Entre 2003 y 2013, las condiciones cambiaron. La ciudad creció merced a una explosión inmo- biliaria que fue sumando edificios nuevos en casi todos los barrios pero, a pesar del clima de planes y planeamientos, no siempre el control público o una visión de mediano plazo lograron encauzar las iniciativas individuales. La gestión metropolitana se presenta como un desafío in- soslayable, si bien una larga historia de encuen- tros y desencuentros da cuenta de las dificulta- des que implica. Hace mucho tiempo sabemos que “Buenos Aires no termina en la General Paz”; lo que sabemos menos, o tal vez no quere- mos o no podemos, es lograr instalar una visión integral acerca de los problemas metropolitanos. Las infraestructuras, el hábitat y la vivienda, los planes y los procesos de planeamiento adecua- dos son apenas algunas de las muchas asignatu- ras que nos falta resolver. En 2010 nos referíamos al compromiso asumido por la Convocatoria de proyectos que, al igual que el Observatorio Metropolitano, se propuso esa doble operación mencionada anteriormente: la de reflexionar desde la arquitectura y el urba- nismo para la región y la de poner el foco en la relevancia que le cabe a la dimensión proyectual de los problemas. Nuestro compromiso sigue vigente. 

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