Territorios, Proyectos e Infraestructura para el AMBA

16 TERRITORIOS, PROYECTOS E INFRAESTRUCTURA PARA EL AMBA políticas formadas por paralelos y meridianos, que si bien no “existen”, sin embargo marcan una separación entre administra- ciones territoriales diferenciadas. El espacio permite su subdivisión según muy diversos criterios y categorías de escala. Estas categorías han sido objeto de análisis y discusión, en mayor o menor medida, en todas las disciplinas que tocan directa o indirectamente la dimensión espacial. A ve- ces esa discusión ha ido tan lejos que, como es común en estos casos, las palabras pierden totalmente su significado y curiosa- mente vuelven a adquirir un status de indefinición similar al que tenían cuando se inició la misma. Entre todos estos términos, hay uno que, por su importancia real o imaginaria ha sido objeto en los últimos años de especial inte- rés: territorio. 2. Territorio Territorio es una palabra de uso relativamente común: buscarla en Internet nos daría nada menos que 108 millones de citas. Es una de esas palabras que parecen obvias, pero que esa obviedad se va perdiendo a medida que nos adentramos en el mapa de su significado para diferentes grupos sociales, lugares, momen- tos y disciplinas. ¿Qué tienen de común, por ejemplo “territorio soberano” con “territorio periodental”, “territorio de palabras” “territorios del saber” o “desarrollo territorial”? Tal vez podríamos decir que, a veces, la palabra territorio marca una relación entre algo y una porción del espacio, donde la existencia de lo primero le da significado al segundo: no se trata de cualquier territorio, sino de aquel relacionado con ese objeto. Y que, paralelamente, la palabra utilizada como adjetivo le da a la primera un cierto sig- nificado de localización: no se trata de cualquier desarrollo, sino el que es “territorial”. Lo que nos llevaría a pensar que, siendo de- masiado amplio e indefinido su uso como concepto solitario, es siempre necesario acompañarlo con otro que lo delimite. En este caso, nos vamos a ceñir a la idea de territorio en relación al espacio de la sociedad humana y a su uso dentro de las disci- plinas que, de una u otra forma, tienen a ese espacio como cen- tro o parte importante de su objeto de estudio. Si bien en las Ciencias Sociales y las Humanidades en un princi- pio se tendía a asociar el concepto de territorio con una porción del espacio que posee límites más o menos precisos y una cierta contigüidad (lo que podríamos llamar el “territorio formal”), al extenderse su uso esa noción de concreción necesaria fue dan- do paso a otra más flexible, para dar respuesta, por ejemplo a la pregunta ¿cuál es el territorio de una empresa multinacional? Evidentemente éste existe, pero antes que un espacio concreto, contiguo y que termina en límites específicos, es en realidad un territorio virtual formado por una serie de núcleos, a los cuales se asocian áreas; todo enlazado por una red de relaciones. Aquí no hay un territorio en el sentido de la exclusividad y contigüidad que le podría asignar, por ejemplo, un municipio a su área admi- nistrativa; pero hay sin lugar a dudas un uso y una “apropiación” de un espacio concreto. Tal vez los territorios del mundo globa- lizado han perdido la propiedad de bidimensionalidad que les hubiéramos atribuido en la primera mitad del siglo XX. El ejemplo anterior nos lleva a la necesidad de no atribuirle a la territorialidad una característica de exclusividad referida a un cierto sujeto. Un mismo territorio puede ser escenario para la actividad de muchos sujetos, que ejercen sobre él diferentes formas de soberanía (esto es, de ejercicio concreto de poder). Imaginemos si no a un habitante de una ciudad cualquiera que habita en una casa propia: para esa persona (y para su familia), el territorio primigenio es esa casa. Pero sobre esa casa también ejerce soberanía (esto es, considera como “propio”) un cierto grupo social secundario (la Municipalidad), otro de mayor esca- la (la Provincia) y otro aún mayor (el Estado). Además también consideran “propio” a ese territorio una serie de unidades de pro- ducción y administración de servicios públicos y privados, tales como los de luz, agua y cloacas y aún los distribuidores de pro- ductos a domicilio. Cada uno de ellos está dispuesto a “luchar” por su territorio, si bien por distintos motivos, de distinta forma y por diferentes intereses. 3. Geografía y más allá Si nos centramos en una visión académica, el término territorio apareció por primera vez en dicho ámbito a fines del siglo XIX, cuando desde la Geografía Política se comenzó a utilizar TERRITORIOS

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