Territorios, Proyectos e Infraestructura para el AMBA

115 caminar la Tierra - como decían los viajeros del siglo XVI. 5 Nos detendremos en la diferencia que plantea entre el “transportista” y el “marinero”. Mientras aquél supone una deriva de punto a punto, sobre sólidas rutas previamente construidas para impedir todo obstáculo en el objetivo de llegar más rápido, el marinero privilegia el camino, sobre el que sin embargo no deja ninguna traza sólida. Por esto, reconoce que las líneas indicadas en las cartas náuticas -desde las dibujadas en los portulanos hasta las marcadas en las actuales cartas hidrográficas- son sólo orientaciones, herramientas, y nunca “realidad”. Las “líneas” que dejarían las trayectorias de los barcos si las dejaran, y los tiempos que encarnan, semejan más “la línea que se pasea” imaginada por Klee, que la línea terráquea, representada de forma abstracta, que define una superficie cerrada. También es distinta a la contemporánea red conectando puntos , porque la red -como la línea geométrica- supone espacios estancos -puntos, nodos, lugares . Estas geometrías informan de sitios de condensación de sentido, interpretándolos como superficies cerradas, objetivos del pensamiento. La “línea que se pasea”, en cambio, refuerza el camino. La sugerencia náutica no es ajena a la arquitectura. En ella se ancló K. Mc Ewen, reconduciendo la ciudad griega, y su arqui- tectura, a la construcción de los barcos. 6 La caída de Troya (la “bien amurallada”) se debió a la flota aquea, caballo incluido; y es bien conocido el episodio de que los atenienses se refugiaron en sus barcos durante las guerras médicas, sin por ello perder su condición de ciudadanos. Barco y ciudad se relacionaban no sólo metafóricamente. En los asuntos de la edificación, los barcos estaban en la base de la gramática de los templos que hoy admiramos. La etimología lo sugiere: las “naves” del templo; los remos alzados simulando columnas. Más precisamente, la palabra armonía deviene directamente de la construcción de barcos. En la literatura homérica, la palabra se encuentra en referencia directa: 5 Ingold, T. (2007). Lines. A brief history. Londres: Rooutledge. 6 Mc Ewen, K. (1993). Socrates Ancestor. An essay on architectural beginnings. Cambridge, MA: MIT Press. implica bien ajustado , bien hecho (relativo a las juntas); exacto ensamblaje de materiales distintos -composición de lo diverso. Esto sugiere una nueva clave, que podría empalmar con nuestros desvelos sobre la viabilidad ambiental: fuera de las extendidas figuras, ya sólo retóricas, de la Naturaleza Madre versus los Cyber- realistas , un enfoque constructivista -o podríamos decir, con Bruno Latour, composicionista - no trabaja en estas oposiciones, sino en el compromiso práctico de resolver -“componer”- un problema que convoca muy diversos actores -personas, animales, cosas-, múltiples disciplinas y lenguajes, necesidades materiales y valores simbólicos. No hay, pues, mayúsculas : incluso “los hechos” se construyen, como sabemos siguiendo temas tan importantes como el cambio climático global, que son, o debieran ser, materia de debate. Pero en las previsiones y construcciones -en los proyectos - debe existir consistencia, o mejor dicho (porque incluyen valores) coherencia , para obtener productos viables, pasibles de durar, pero también de “des- componerse”. Este camino no es recto: se pasea por “el pasado” y “el presente” sin establecer fronteras duras (en todo caso, bordes porosos), y sin declarar el futuro como página en blanco para inscribir nuestros poderosos, pero a veces terribles, sueños. EL PUERTO NUEVO, LOS SISTEMAS METROPOLITANOS Y LOS ESPACIOS PÚBLICOS REFLEXIÓN

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