Territorios, Proyectos e Infraestructura para el AMBA

101 EL PUERTO NUEVO, LOS SISTEMAS METROPOLITANOS Y LOS ESPACIOS PÚBLICOS han sido largamente discutidas. Por un lado, algunos es- pecialistas promueven su permanencia en el centro de la ciudad. Esa argumentación se funda en que la capacidad portuaria instalada. Considerando que el Puerto Nuevo opera, en efecto, el 61,2% del movimiento total de con- tenedores, seguido por Dock Sud (Exolgán) que opera el 29,5% y, entre ambos, movilizan el 90,7% del total de contenedores del país, se trata de una significativa razón económica. En contrapunto, se esgrimen las argumen- taciones de quienes, sin desconocer la importancia que pudiera tener el puerto de carga desde una multiplicidad de aspectos -económicos, históricos, simbólicos-, ponen el foco en los problemas urbanos que suscita. Desde esa perspectiva, se promueve la idea de constituir un sistema regional de puertos, capaz de recibir las operaciones de carga de Puerto Nuevo. Se podría suponer que con volun- tad colectiva, los puertos urbanos, como la Dársena Sur y el Dock sur, y los que se localizan en la región, como los más cercanos de La Plata y Zárate-Campana o los más leja- nos como Rosario, Bahía Blanca y Quequén podrían operar como un sistema especializado y organizado. Esa última alternativa es la que aquí se recupera. Sobre esos lineamientos, esta propuesta imagina las con- diciones de posibilidad para un Sistema Metropolitano de Puertos en el marco de un proceso de integración. Por un lado, se trata de establecer un riguroso análisis económico y de procedimientos de gestión -logrando consensos y modalidades operativas entre los diferentes agentes y usuarios del comercio exterior-. Pues si bien las terminales portuarias compiten entre sí, se han ido especializando y adquiriendo cierto grado de comple- mentariedad que se trataría de fortalecer. En ese marco, se trataría de lograr un sistema de puertos metropolitano de cargas, con roles diferenciales para cada estación. Desde esa perspectiva, y por otro lado, se trata de proyectar un circuito de cargas de alcance territorial que considere re- des viales y ferroviarias en relación a áreas de actividades logísticas que permitan integrar el conjunto de puertos. La Ruta Nacional Nº6 parece ofrecer las mejores alternativas como ruta de circunvalación e interconexión ferroviaria y en tanto sede de las estaciones de ruptura de cargas y, a escala urbana se plantea la necesidad de resolver el circui- to geográfico-funcional que integra Retiro, Puerto Madero, Dársena Sur, Puerto-Retiro, Retiro-Puerto a los sistemas regionales propuestos. Dicho de otro modo, estos ejercicios de experimentación permitirían a lo largo del proceso proyectual ir identifican- do conflictos y potencialidades y configurando posibles escenarios alternativos a profundizar en futuros estudios. La ciudad: integrar el borde costero El borde de la ciudad se presenta más que fragmentado, pues espacios recreativos compiten con los espacios de las infraestructuras y los servicios. A lo largo del siglo XX el combate por el borde fue conflictivo en todas las ciudades y, en Buenos Aires en particular, pues las costas estuvieron separadas de la ciudad por las parrillas ferroviarias y un denso núcleo de usinas, puertos y contenedores fragmen- ta la línea de las dos costaneras. ¿Cómo resolver esos problemas? Desde esa perspectiva, aventuramos algunas hipótesis de trabajo. Por un lado, se propone recalificar el sistema de movilidad redefiniendo la red de tránsito. En ese ámbito, se trata de recuperar el tantas veces proyectado transporte guiado de vinculación norte-sur solucionando la multiplicidad de cruces transversales capaces de comunicar la ciudad con el

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