EL HORIZONTE METROPOLITANO

92 colección institucional como unidad funcional; el hábitat pues, explícita o implícitamente, tiene fuerte incidencia en la cualificación del suelo. La normativa imaginada, desde un ideal de urbanidad, excluye el hábitat popular que requiere de regularización para llegar al “derecho de ciudadanía”; así como lo propone la Ley de Acceso Justo al Hábitat (Ley Nº 14449), que –sin otra alternativa– en su aplicación, promueve la extensión de la trama. Desde esa perspectiva, más allá de modelos en colisión, se hace necesario avanzar en un relevamiento exhaustivo de las configuraciones del territorio en sus propios términos. La propuesta parece menos heroica que imaginar un modelo futuro mejor pero, por el momento, consideramos que queda la ardua tarea de conocer lo que hay, de identificar tendencias recesivas y nuevas para saber lo que es posible. ¿Cómo considerar problemáticas del ambiente, las infraestructuras, los equipamientos? La gravedad de las inundaciones y de los conflictos ambientales –a la vez sociales y urbanísticos– puso sobre el tablero el saneamiento de las cuencas de los ríos Matanza Riachuelo –luego Reconquista y Luján–, que la judicialización transformó en tema prioritario de la agenda. En ese marco, se fueron gestando nuevos organismos interjurisdiccionales como la ACUMAR (Autoridad de la Cuenca Matanza – Riachuelo) y COMIREC (Comité de la Cuenca del Río Reconquista) con el apoyo de financiamiento de organismos internacionales. La propia dinámica de las cuencas naturales definida por la red hidrográfica, impone la necesidad de articulación sobre pautas de manejo, dando entidad a unidades territoriales interjurisdiccionales. Sobre esos tópicos, se formularon una amplia gama de estudios y propuestas que intentan proponer soluciones. Se imaginaron corredores de biodiversidad y otros modos de saneamiento, contrapuestos a la amplia gama de villas y asentamientos que encuentra una oportunidad de localización en esos territorios poco aptos e inundables. Se trata también de lugares de deposición de residuos sólidos, a veces contaminantes, que, en su reverso, se encuentran espacios de oportunidad para urbanizaciones cerradas que, al acondicionar el suelo y ocupar humedales, rescatan el paisaje fluvial como atributo para ser ofertado a sectores de altos ingresos en busca de naturaleza. La sustentabilidad en juego requiere de

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