Costas y Cuencas de la Región Metropolitana de Buenos Aires: estudios, planes y proyectos

COSTAS Y CUENCAS DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE BUENOS AIRES: ESTUDIOS, PLANES Y PROYECTOS 44 CONVOCATORIA 2016 LAS CUENCAS METROPOLITANAS Desde el periurbano hacia el puerto va formándose la marcha urbana que establece criterios de planeamiento y gestión de las cuencas urbanas diferentes a las cuencas rurales y semi-rurales. Es una situación fuertemente dominada por la invisibilización de la morfología natural de cuenca que desaparece con entu- bamientos y compactación constructiva. Aun así, el agua sigue siendo predominante y a pesar de las restricciones por efecto de la antropización, cuando quiere se hace notar. Por ello, nótese que en las cuencas hidrográficas urbanas siguen teniendo lugar procesos naturales con alto impacto ambiental y socio económico. Piénsese por ejemplo en la protección de las fuentes hídricas, en la mitigación de los desastres naturales mediante la regulación de la escorrentía y en los riesgos de salud por propagación y/o provocación de enfermedades. Las cuencas, además de ser los territorios donde se verifica el ciclo hidrológico, son espacios geográficos donde los grupos y comunidades comparten identidades, tradiciones y cultura, en donde socializan y trabajan seres humanos en función de la dis- ponibilidad de recursos. Planetariamente las grandes ciudades albergan desarrollos industriales que en el último siglo impacta- ron gravemente en la calidad de los cursos de agua provocando impactos en la salud pública. En las cuencas, la naturaleza obliga a reconocer necesidades, problemas, situaciones y riesgos hídricos comunes, por lo que conviene establecer prioridades, objetivos y metas comunes, con criterios hoy universalmente aceptados como el de la correspon- sabilidad y el de la solidaridad. Siendo el agua un insumo esencial para la vida humana, es imprescindible asumir que todo lo que se ejecuta en el área de una cuenca repercute en su disponibilidad y calidad tanto aguas arriba como en aguas superficiales y sub- terráneas conformando una clara demanda ambiental. Es esta la principal razón de por qué se debe considerar la cuenca hidrográ- fica como ámbito de planificación y ordenamiento territorial. Señalamos como ejemplo la ecuación de riesgo poblacional que correlaciona datos de vulnerabilidad social (contaminación de agua para consumo proveniente de los acuíferos, inundaciones periódicas y contaminación del agua superficial) y amenazas (hidroquímica, hidrodinámica del recurso subterráneo, factores climáticos y físicos tanto naturales como antrópicos, y contami- nación del recurso hídrico superficial), sumado a un sistema de valoración de servicios ecológicos aplicados al manejo de cuen- cas hidrológicas. Según la opinión de Herrero y Fernández ambos componentes, vulneración social y valoración de servicios ecológicos, deben ser incorporados al ordenamiento territorial. En la actualidad existen, y están en desarrollo, numerosos indica- dores e instrumentos de estadística, medición y evaluación muy útiles para el planeamiento y la gestión de las cuencas y el terri- torio en forma integrada. Al mismo tiempo, con visión holística de la planificación del desarrollo social y económico del AMBA, debe señalarse la ne- cesidad de impulsar cuñas verdes e incentivar la creación de un sistema de áreas verdes metropolitanas que responda a criterios de equilibrio ambiental por cuenca en todo lo que sea posible frente a las restricciones antrópicas ocurridas. Gestión: planificación y gobernanza En el Gran Buenos Aires, la gestión de cuencas forma parte de la materia metropolitana propia de un área que marcha a consti- tuirse como región y por lo tanto, contar con una efectiva coordi- nación de competencias para abordar problemáticas de escala y complejidad metropolitanas. El desafío es gestionar la solución de situaciones emergentes en la convivencia de una población, con sus características propias de identidad e historia, sobre una realidad territorial formada por cuencas. No corresponde al presente abordaje entrar en detalle sobre pro- blemáticas regionales, pero sí señalar que las mismas conforman la columna vertebral de lo metropolitano, siendo el suelo y la movilidad sus dos componentes centrales. Para lograr gobernanza metropolitana se debe abordar prima- riamente esas dos macro áreas de problemas donde movilidad es desplazamiento y transporte de personas y cosas, con pre- dominio de la infraestructura y la logística; y suelo es cuencas

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