Costas y Cuencas de la Región Metropolitana de Buenos Aires: estudios, planes y proyectos

LAS CUENCAS METROPOLITANAS CONVOCATORIA 2016 31 te de la ciudad como uno de los ejes de la expansión metropo- litana. Como contracara, la cuenca inferior del Reconquista fue recién objeto de intervención hacia fines de la década de 1980, primero con el desvío de las aguas hacia la Pista Nacional de Remo (creada a principios de la década de 1970), cuando crecía su nivel por efecto de las lluvias y la sudestada, y luego con la apertura del “Canal DPH” en Bancalari, sede de industrias y frigo- ríficos. La canalización del río en varios tramos y su rectificación, que borraba los meandros, tuvo como premisa el desaguar rápi- damente los excedentes hídricos, pues el problema era el agua, pero también su contaminación. En su condición de inundable y vacante, la cuenca del Recon- quista también fue objeto de un gran proyecto de relleno de tie- rras bajas. Desde las ideas que imaginaban una ciudad ordenada e higiénica, y el interés por resolver los problemas de disposición final de los residuos sólidos, se ocuparon algunas de las tierras que habían quedado fuera del proceso urbanizador a los efectos de rellenar bajos, crear espacios verdes de esparcimiento, dispo- ner basura y estructurar la ciudad. Esos temas serían atendidos por el CEAMSE, empresa estatal perteneciente a la entonces Municipalidad de Buenos Aires y el gobierno provincial, creación simultánea a la apertura de las autopistas. Se argumentaba que la disposición de los residuos sólidos en tierras inundables era la solución apropiada para la carencia de grandes parques recrea- tivos y deportivos de escala metropolitana, con lo cual se debía evitar la incineración y la multiplicación de los vaciaderos en los márgenes de ríos y arroyos que contaminaban el aire, el agua y el suelo. Simultáneamente, se diseñaron las autopistas anulares de las cuales quedó como relicto la Autopista Parque del Buen Ayre, cuya traza sigue el tramo medio del Reconquista. Estos grandes proyectos no fueron los únicos y la historia de las cuencas registra una amplia gama de intervenciones y de rectificaciones parciales de diversa escala que fueron transfor- mando los bordes de los ríos y, más en general, la geografía metropolitana. A modo de cierre En esta breve revisión intentamos mostrar las controvertidas relaciones que se establecieron entre los procesos de urbaniza- ción, de urbanismo y de toma de decisiones referidas a las cuen- cas. Si bien se trata de lugares bajos e inundables, que se imagi- naron por el urbanismo como oportunidad para el despliegue de espacios verdes, de equipamientos, o de corredores de biodi- versidad, los bordes de las cuencas fueron también considerados como una oportunidad de tierras baratas para equipamientos públicos, para los agentes inmobiliarios que llevan a cabo los negocios que resultan de la transformación de tierra rural en ur- bana, y sobre todo, para quienes, excluidos del mercado formal, buscan un lugar para vivir. Por su parte, los proyectos remiten a intervenciones que transforman fragmentos del territorio, que resultan de la toma de decisiones, las voluntades políticas y la disponibilidad financiera en un momento dado. Ahora bien, ¿qué hay de nuevo y qué permanece de los planteos pretéritos frente a las iniciativas que se presentan como “de nue- va generación”? En filigrana, por detrás de la ilusión de una mi- rada integral e integradora, persiste la dificultad de reconocer la heterogeneidad de factores que intervienen en la construcción del territorio. Los procesos de urbanización, así como las miradas y modos de operar del urbanismo, más que sucesivamente sus- tituirse, se fueron superponiendo como placas tectónicas, una sobre otra, dando lugar a una coexistencia de viejas y nuevas ideas, en relación a problemas que nunca terminan de resolverse (como las inundaciones). Desde ahí, mientras los organismos creados ad hoc para la gestión del territorio se presentan como instancias superadoras de planes inconclusos y proyectos secto- riales, el desafío parece ser el de considerar la superposición -en todos los sentidos- así como el “desorden” que se cristaliza en la geografía de esa urbanización que avanza sobre las tierras que gana a los ríos, en las formas de ocupación del suelo, en los mo- dos de gobierno, en la multiplicidad de actores que intervienen, de escalas que se articulan y de problemáticas urbanas, ambien- tales y judiciales que operan en simultáneo y, muchas veces, en conflicto. De algún modo, tal vez, se trata de aceptar que por detrás de ese “desorden” se juegan las lógicas de un orden que aún no conocemos... 1 Este trabajo se realizó en el marco del proyecto UNGS-PICT 2014-2501 “Planes, proyectos y nuevas configuraciones territoriales en la región de Buenos Aires”. Alejandra Potocko y Alicia Novick LAS CUENCAS DEL ÁREA METROPOLITANA DE BUENOS AIRES: MAPAS, PLANES Y PROYECTOS BIBLIOGRAFÍA Fotos: COMIREC. Comisión Nacional Área Metropolitana de Buenos Aires (1995). El Conurbano Bonaerense. Relevamiento y Análisis. Anexo Cartográfico . Ministerio del Interior. Organización del Plan Regulador (1958). Plan Regulador de Buenos Aires (Tomos I a VI). Municipalidad de Buenos Aires. Pereyra, F. (2004).“Geología urbana del área metropolitana bonaerense y su influencia en la problemática ambiental”. En: Revista de la AsociaciónGeológica Argentina, 59 (3), 394-410. Unidad Coordinadora del Proyecto Río Reconquista (1997). Saneamiento Ambiental y Control de las Inundaciones de la cuenca del Río Reconquista . Actas del Seminario Internacional“Mercosur. Proyectos para empresas de ingeniería, constructoras e inversoras nacionales y extranjeras”. Organizado por el Bureau de Investigaciones Empresariales. Buenos Aires, 17, 18 y 19 de junio de 1997. Unidad Coordinadora del Proyecto Río Reconquista (s/f). El río Reconquista es parte de nuestra vida. Y a usted le interesa. Publicación de obras de la UNIREC. Vapñarsky, C. (2000). La AglomeraciónGran Buenos Aires. Expansión espacial y crecimiento demográfico entre 1869 y 1991. Buenos Aires: Eudeba.

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