Costas y Cuencas de la Región Metropolitana de Buenos Aires: estudios, planes y proyectos

COSTAS Y CUENCAS DE LA REGIÓN METROPOLITANA DE BUENOS AIRES: ESTUDIOS, PLANES Y PROYECTOS 20 CONVOCATORIA 2016 LAS CUENCAS METROPOLITANAS del residuo que produce la ciudad, y modificados por rellenos capaces de modelar nuevas topografías, son paisajes metropoli- tanos por definición” (Williams, 2016). Tierra de agua El conjunto de obras que transformó el cauce del Reconquista fue parte de un paradigma ingenieril desde el que los ríos fueron reductivamente entendidos como un problema de desagüe, lo que explica que las infraestructuras hayan tendido a ser “dise- ñadas como piezas autónomas, y no como parte de proyectos territoriales que pusieran en valor otros aspectos del río como el ambiental, el escénico o el productivo” (Williams et al. 2017). Justamente, es el creciente interés por el impacto ambiental de estas grandes obras lo que ha conducido a poner en crisis este paradigma ingenieril. En este nuevo escenario ha ganado legitimidad una aproximación ecosistémica para el estudio del territorio, que ha puesto atención en la relación entre diferentes hábitats, que a su vez se corresponden con distintas unidades geomorfológicas. La identificación en nuestra región de unida- des como el Delta y la llanura loéssica permite advertir el papel de conector que pueden desempeñar ríos como el Luján o el Reconquista, vinculando áreas rurales pampeanas en sus cabe- ceras con lagunas y humedales en los terrenos próximos a su desembocadura. Ya que esa vinculación se produce a través de áreas densamente urbanizadas, se ha señalado la potencialidad del río como corredor capaz de fomentar la biodiversidad urba- na y brindar servicios ambientales a los habitantes de la RMBA, posibilidad que permite entender al río como una “infraestructu- ra verde” (Garay et al ., 2013). Internacionalmente, el reconocimiento de los beneficios de estos servicios ambientales se ha sumado a la presión ejercida por un expansivo ecologismo, traduciéndose en la implementación de políticas de remoción de represas y de restauración de ríos. En el ámbito específico de las cuencas de la RMBA, algunos hechos recientes como el procesamiento de funcionarios públicos en el caso del barrio Colony Park o la discusión de la Ley de Hume- dales en el Congreso Nacional, son señales de este cambio de paradigma que, a su vez, podrían dar paso a la implementación de acciones orientadas hacia la restauración y conservación de algunos de los cuerpos de agua que forman parte de la geogra- fía del Conurbano norte. Como disciplina relativamente nueva, la historia ambiental ha procurado acercarse a una “comprensión de los seres humanos en tanto han vivido, trabajado y pensado en relación con el resto de la naturaleza, a partir de los cambios temporales” (Hughes, 2006). El desafío asumido por los historiadores ambientales es el de tender un puente entre las ciencias biológicas y las humanas, a partir de un interés que combina los análisis ecológicos con las cambiantes ideas acerca de la naturaleza. No sorprende enton- ces que el estudio de los ríos haya sido un objeto de estudio pre- dilecto para muchos de ellos. Cada río es una muestra elocuente de diferentes modos en los que pueden articularse técnica y naturaleza en escenarios en los que un diverso conjunto de prác- ticas, proyectos y organismos técnicos se vincularon entre sí en el afán de “domar” los cursos de agua (Blackbourn, 2008). Dicho esto, debe aclararse que últimamente los historiadores ambien- tales han comenzado a alejarse de los esquemas que oponen reductivamente hombre y naturaleza, y han buscado estudiar los sistemas hídricos y las sociedades humanas como fuerzas dinámicas y no como entidades estáticas que chocan entre sí. 13 Desde esta perspectiva la ciudad también puede convertirse en sujeto de la naturaleza, lo que ha llevado a cuestionar si “las categorías opuestas de Naturaleza y Cultura continúan siendo operativas” (Silvestri, 2013). Finalmente, al agua le es reconocida también su propia agencia, lo que explica que los fluviales constituyan territorios de gran mutabilidad. Por ello es necesario acercarse al estudio de los ríos desde una mirada que repare en la larga duración de los procesos, lo que incluye no sólo al propio curso de agua sino también a un extenso territorio que, ubicado debajo de ciertas cotas, puede inundarse y transformarse de forma significativa. En este sentido, el lugar que vienen ocupando los humedales dentro del debate ambientalista y urbanístico local constituye una invitación a ampliar la mirada: ya no se trata de ríos, sino de una diversidad de cuerpos de agua que por definición están conectados entre sí. La invitación trasciende incluso el dominio estricto del agua y lo pone en cuestión a partir de una necesaria

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