Costas y Cuencas de la Región Metropolitana de Buenos Aires: estudios, planes y proyectos

108 CONVOCATORIA 2016 DESTACADO POR EL JURADO LAS CUENCAS METROPOLITANAS Cuenca del río de la Plata / Investigación - Programa R conquista percepción como propio y distintivo del diseño del paisaje. En este sentido, la Dra. Sonia Bergman también ha definido el significado de paisaje señalando que “Para el argentino paisaje es imagen. Es lo que nosotros interpretamos del medio físico y es asiento de las ‘ex- periencias primordiales de un grupo humano deter- minado’”. De ahí su ligazón con la historia, que rescata esas vivencias que forman nuestra identidad. “Cada cultura tiene su propia noción de paisaje”. Relacionando los conceptos de paisaje y ambiente, cada vez más autores encaran los impactos que las modificaciones del paisaje natural provocan en el ambiente. Ian McHarg (2000), autor que privilegiamos por in- tegrar las metodologías basadas en la planificación ecológica con las de planeamiento urbano regional, estudia los sistemas biofísicos y socioculturales del lugar para discernir en que sitios podrán estable- cerse usos del suelo específicos considerando las relaciones entre los procesos naturales, las ciudades y el diseño local. Al describir las falencias señala que existe “poca com- prensión respecto de los procesos naturales que han contribuido a la forma física de las ciudades y que se han visto alterados por ella”. Los conflictos derivan de que: “la ciudad en su expansión reemplaza las com- plejas comunidades de bosques, campos y arroyos por ambientes biológicamente estériles que no son ni social ni visualmente enriquecedores”. Plantea que “se debe encontrar una alternativa al tratamiento tra- dicional del paisaje urbano que esté en sintonía con una creciente conciencia medio ambiental sobre las ciudades y la naturaleza a través del abordaje del di- seño con una diversidad de enfoques académicos”. Ian McHarg recomienda “proyectar siguiendo el dic- tado de la naturaleza, comprender los procesos que configuran los paisajes y utilizarlos como fundamen- to del proyecto.” Concluye señalando que “para darles soluciones adaptadas a sus características es necesa- rio analizar las situaciones en los diversos sectores y/o espacios de la ciudad y su región”, tal como se hiciera en el taller. ¿Qué se entiende por unidades de paisaje? Existen muchas definiciones. Sin embargo, hemos considerado las del Plan General de Valencia (2008) dada su continuidad y sus exitosas prácticas a lo largo de más de 10 años de aplicación. Se entiende por unidad de paisaje el “área geográfica con una confi- guración estructural, funcional o perceptivamente diferenciada, única y singular, que ha ido adquiriendo los caracteres que la definen tras un largo periodo de tiempo”. Se identifica por su coherencia interna y sus diferencias con respecto a las unidades contiguas. A partir de las grandes unidades paisajísticas definidas en base a los elementos físicos, bióticos y antrópicos, la fisiografía y los usos de suelo, se ha llegado a una delimitación de unidades de paisaje a efectos de una gestión diferenciada. Por ello el ámbito territorial usa- do para el análisis paisajístico incluye las unidades de paisaje identificadas. En síntesis, el paisaje como disciplina y la Carrera de Planificación del Paisaje con joven formación aca- démica se impone, crece y se consolida en pos de la necesaria coherencia ambiental entre la ciudad y su región, que exige re-valorar, re-conocer e integrar el paisaje, comprendido como uno de los atributos perceptivos del ambiente, en la gestión de las polí- ticas urbano territoriales. La planificación y el abordaje sustentable del territo- rio permitirá recuperar la relación entre el hombre y el medio natural a través de la historia, que, tal como se reconoce, pasó del simbolismo y la adaptación con el entorno, característico de las antiguas culturas, a la relación actual, basada en el dominio, la transfor- mación y la desmedida explotación económica de los recursos naturales, cuyos impactos sobre el terri- torio se ven reflejados en profundas transformacio- nes de paisajes, naturales, semi naturales, culturales y tradicionales. Poco a poco, en diversos países, el paisaje complemen- ta las políticas, programas y proyectos de los planes urbano ambientales en especial en los espacios verdes, en los grandes parques urbanos, en los bordes de autopistas, de polígonos industriales, zonas buffer de mitigación en frente costeros, sectores forestados, etc. Este enfoque, adoptado a escala internacional, resulta

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