La posición del Ing. Fernando Fimognare en la audiencia pública sobre Costa Salguero

Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires | Audiencia Pública - Expte 2094-J-2020 Comisión de Planeamiento | Modificación del Área U14 - Costa Salguero

Compartimos la participación de Fernando Fimognare, especialista en temas Urbano Ambientales, docente del curso de Especialización en Gestión del Desarrollo Territorial y Urbano de la Universidad Nacional de Avellaneda y actualmente se desempeña en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.


“No llegamos a esta Audiencia Pública por obra de la casualidad ni de la acción discrecional de un gobierno que decide deshacerse de tierras públicas que le han sido transferidas en el marco de políticas, cuya legalidad está bajo la lupa de diferentes instancias judiciales. Tampoco llegamos a este lugar para discutir, desde diferentes visiones, normas urbanísticas como suele ocurrir en forma recurrente, demasiado, para la famosa seguridad jurídica que algunos invocan, en esta Legislatura.

Llegamos a una Audiencia Pública que, con sus más de 7000 inscriptos, expresa un punto de ruptura entre la institucionalidad de las circunstanciales mayorías legislativas y una parte de la sociedad civil, con todo el sistema de planificación Urbano ambiental y de ordenamiento territorial de la Ciudad de Buenos Aires avasallado por las decisiones que se han tomado en esta casa por lo menos en los últimos 10 años.

¿De qué se trata esto? De que todas y cada una de las leyes que se han dictado, así como las cuestionadas reformas a los Códigos Urbanísticos y de la Edificación han sido sancionadas en dos oportunidades haciendo caso omiso tanto de los preceptos constitucionales, en términos urbano ambientales, como de las “leyes madre” que de dichos preceptos se desprenden. Consideremos, además, que el Código Urbanístico tuvo que ser reformulado en menos de dos años, por el carácter desprolijo del texto votado. 

La falta de actualización y revisión del Plan Urbano Ambiental, las modificaciones regresivas en términos de habitabilidad y accesibilidad que se incorporaron a los códigos mencionados y la ausencia de una actualización de las normas ambientales que entre otras cosas contemple los acuerdos de Kyoto, de Paris y que en caso de intervenciones de escala urbana permita una asimilación previa de los impactos que generan son algunas de las cuestiones que hacen pensar: ¿Por qué no le tocaría esta vez a la costa del Río de la Plata?, ¿Por qué no pensar que sería (como dice Sabina acerca de los finales) una vez más “lo mismo repetido”?

¿Por qué no pensar que, una vez más, se abre otra oportunidad para los sectores más concentrados de la economía que ven en la construcción de vivienda ABC1 en las grandes Ciudades su lugar en el mundo de la reproducción aceleradísima del capital y que para las clases medias y medias altas esto representa la posibilidad de atesoramiento en moneda constante en una economía tan volátil como la Argentina?

¿Por qué no pensar que, una vez más, la generación de espacio público sería satisfecha nuevamente con ese fetichizado 65% al que le descontamos calles, veredas, y perdón por la digresión…. IVA e Ingresos Brutos?
Por qué no podemos pensar que podemos seguir postergando la discusión acerca del derecho a la ciudad, de la movilidad urbana, de la producción y la economía sostenible y seguir entretenidos con expresiones grandilocuentes como el de las Intervenciones transformadoras o discutir morfología. Dicho sea de paso, la discusión morfológica se olvida cuando de oportunidades de negocio se trata, no?
¿Por qué estamos acá hoy? Porque el vaso con la última gota se llena, y entonces tenemos dos posibilidades: O nos aferramos a discutir la última gota, es decir vamos por el parque público y en el festejo del triunfo si lo consiguiéramos nos olvidamos del vaso, o vamos por el parque público y después de “la última gota” revisamos cómo se llenó el vaso.

Creo que lo primero sería una victoria transitoria y hasta pírrica por los recursos movilizados para lograrla. Estos recursos piden algo más, piden un sistema de ordenamiento territorial y ambiental urbano como dice la Constitución, participativo, democrático y que contemple no solo al conjunto de les porteñes sino que incluya al AMBA y a todes aquelles que circunstancialmente por trabajo, estudio, recreación o necesidad transitan por Buenos Aires.”

Ing.Fernando Fimognare
Especialista en temas Urbano Ambientales
Docente del Curso de Especialización en Gestión
del Desarrollo Territorial y Urbano de la
Universidad Nacional de Avellaneda
Actualmente de desempeña en la Defensoría
Del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires