Proponen viviendas y más verde público para Colegiales

25/01/2018 - Clarin.com ARQ | 
Desarrollo urbano

Un concurso de ideas dispone más áreas verdes para la playa ferroviaria de este barrio porteño. El proyecto intenta una mayor integración con el tejido urbano y equilibrio entre lo público y lo privado.

Un concurso nacional de ideas para la Playa Ferroviaria Colegiales propone sumar espacios verdes, promover el desarrollo urbano e integrar el tejido urbano en un nuevo paisaje contemporáneo. El certamen organizado por la Sociedad Central de Arquitectos revela el interés por intervenir espacios de la ciudad garantizando la identidad urbana en el delicado equilibro entre la vida pública y la privada.

El despliegue paisajístico delineado por los estudios ganadores incluye parquización y forestación del polígono de 9 hectáreas comprendido entre las vías del Ferrocarril General Bartolomé Mitre, desde la calle Juramento hasta Santos Dumont y los conjuntos frentistas a las calles Benjamín Matienzo, Santos Dumont, Concepción Arenal y Dorrego, desde Cramer hasta Av. Álvarez Thomas.

La actual zonificación, Urbanización Parque, admite la incorporación al uso público. A partir de la ley por la cual la Nación le cede el predio a la Ciudad, la transformación inminente del barrio al que ya le dicen La Estación, implica un 35% del área destinada a desarrollos inmobiliarios y el resto, se repartirá en espacios de uso público y servicios para borrar las fronteras de la estructura ferroviaria.

De acuerdo a los requisitos, los concursantes tenían la premisa de organizar los espacios verdes en relación con las parcelas asegurando una buena conectividad en el conjunto. Además, contener a la nueva estructura circulatoria vehicular, peatonal y para bicicletas y considerar la apertura de calles para favorecer la integración y la conectividad norte-sur.

En cuanto a la puesta en valor y recuperación de los edificios, se postuló la necesidad de integrarlos al conjunto. El 65% de la superficie total se destina al uso público.

Los ganadores, arquitectos Marcelo D’Andrea y Oliverio Najmias, partieron de la necesidad de “atender la mirada del vecino y darle solución a la necesidad del propietario de la tierra que busca el mayor beneficio”, señalan, y se cuestionan cómo hacer para sumar 80 mil m2 de superficie en el área del concurso, maximizando el precio de venta de las unidades futuras, a la vez de aumentar al máximo posible las áreas de espacio público. ¿Se puede pensar alguna unidad de gestión adicional que genere más recursos sin comprometer las relaciones público/privado y verde/construido?

El trabajo ganador apunta al consenso y la convivencia a partir parcelas que minimizan los frentes sobre la calle Moldes y maximizan las visuales desde y hacia el parque . “Los edificios se plantean como torres, las calles perpendiculares a las vías penetran el terreno y los conjuntos generan un tejido urbano contundente”, explican. Así, en el área comprendida entre las calles Palpa y Céspedes se ubican 5 parcelas que presentan un frente sobre la calle Moldes de muy bajo impacto. En el área comprendida entre las calle Virrey Avilés y Virrey Olaguer y Feliú se ubicará una sexta parcela de mayor tamaño que las anteriores para completar los 80.000 m2 solicitados junto a los edificios patrimoniales recuperados y una nueva feria .

“Siguiendo las ideas planteadas por Tina Saaby para Copenhague se sugieren directrices de diseño que vayan más allá de las normativas indicadas en el CPU. Se busca pensar una ciudad que genere contacto visual”, apuntan los proyectistas, que diseñaron en este sentido edificios de perímetro libre (con alturas máximas de 25 metros), con cerramientos translúcidos y grandes ventanales. Los conjuntos existentes, como el Tanque de Agua, las viviendas y el taller ferroviario se destinarán a emprendimientos gastronómicos. El desarrollo del parque, en tanto, está previsto como un “gran césped, un buffer vegetal que aísla a los usuarios del entorno construido”, asumen.