Los desarrolladores piden torres y el nuevo Código las limita

28/03/2018 - Clarin.com ARQ | Miguel Jurado
Polémica

El proyecto de nuevo Código Urbanístico limita las alturas de las construcciones nuevas. Los empresarios critican la norma y la suspensión de nuevas obras altas por 120 días.

Estalló la polémica, y no en un programa de chimentos, en el mercado inmobiliario de la Ciudad. Hace dos semanas, el Gobierno porteño presentó su proyecto de renovación del Código Urbanístico para la Buenos Aires y, la semana pasada, el Jefe de Gobierno decretó la suspensión, por 180 días, de los trámites de proyectos que superen las alturas que estarán permitidas en el proyecto. Las críticas no se hicieron esperar.

En un comunicado, la Asociación de Empresarios de la Vivienda (AEV) rechazó el avance para la aprobación de un Nuevo Código y el decreto que frena los trámites municipales.

“Preocupa el anunciado decreto, que detiene los trámites de aprobación de planos por 180 días. Sus alcances son limitados, afortunadamente, pero hay que reconocer que a nuestros inversores, todo esto, en última instancia, les genera incertidumbre, postergando la reactivación económica que tanto necesita el país”, señala la entidad.

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Esta traba administrativa fue dispuesta para evitar las típicas avalanchas de pedidos de aprobación de parte de los propietarios que se ven perjudicados por el cambio de Código. Pero la suspensión de trámites encendió una mecha larga que envuelve otros reclamos como la abolición de las súper torres y la falta de respuesta a la necesidad de créditos intermedios para desarrolladores. “Al enarbolar la bandera anti-torres y al restringir fuertemente las alturas, en esencia, lo que hace el proyecto de nuevo Código es oponerse a que se construya”, señala el duro comunicado de la AEV.

Código Urbanístico
Código Urbanístico. La norma que se propone busca emparejar la ciudad limitando la altura de construcción por barrios.

Los empresarios arremeten contra la citada preferencia de los vecinos por las alturas bajas. “Los vecinos que se oponen a las torres prefieren la Buenos Aires del pasado, congelada tal como supo ser. Pero quien elija disfrutar de la pujanza y de la modernidad de las urbes que miran al futuro, como Manhattan, Londres o Chicago, tendría que estar dispuesto a asumir los costos de un entorno diverso y vibrante, no homogéneo ni chato”.

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Daniel Cohen Imach, titular de Step Developments, asegura que es comprensible intentar homogeneizar una ciudad que ha crecido de forma despareja y caprichosa y procurar paisajes más homogéneas, pero asegura que la reforma podría traer consecuencias negativas porque evita las grandes torres. “Salvo las excepciones previstas en Puerto Madero y Tiro Federal, la altura máxima será de 38 m (equivalente a edificios de 12 pisos), echando por tierra la posibilidad de erigir torres con vistas abiertas”, explica.

Código Urbanístico. Los empresarios afirman que con la nueva norma no existirían edificios señeros como el Kavanagh, el Comega o las torres Le Parc.

En la AEV aseguran que la reacción de los inversores es negativa. “Se preguntan qué pasará con los terrenos del AABE y Tiro Federal, donde están previstas enormes torres”. En la entidad saben que la respuesta oficial es que esas serán excepciones y se preguntan por qué la reacción de los vecinos será buena en ese caso. Incluso, advierten sobre posibles amparos en la Justicia.

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El límite de altura parece ser la piedra de la discordia, los empresarios aseguran que menos altura es sinónimo de menos metros por parcela, contradiciendo el argumento oficial. “Como se sabe, una ciudad más densa es más accesible, con precios más convenientes, es más sustentable en términos de infraestructura, de servicios públicos y de transporte. Eso es lo racional, y se logra creciendo en altura, no al revés”, explican.

Desarrolladores y empresarios aceptan que ir hacia una ciudad homogénea, pareja y previsible es bueno. Así como al intención de simplificar la normativa y los procedimientos. Afirman que acelerar los procesos de aprobación de planos reduce el costo de los proyectos. También se pondera la actualizaciones relacionada con materiales de construcción admitidos. Pero el gran problema es la abolición de las torres.

Código Urbanístico. La urbanización que se propone para los terrenos de Tiro Federal excede en un sector las altura máximas del nuevo Código.
Código Urbanístico. La urbanización que se propone para los terrenos de Tiro Federal excede en un sector las altura máximas del nuevo Código.

“Si bien no se prohíbe la tipología en torre, al limitarla a 12 pisos, se tornará antieconómico construir bajo esa modalidad. El perímetro libre se tornará excesivamente caro, y los desarrolladores se volcarán a los edificios entre medianeras. ¿Es eso lo que queremos? ¿Es eso lo que aporta valor a una ciudad? Mi respuesta es negativa”, señala Cohen Imach.

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Desarrolladores como Fernández Prieto, Global Investments y Grupo Monarca afirman que el proyecto de Código va en contra de una clara tendencia mundial que crece y funciona en las principales ciudades del mundo. “Las ciudades crecen en altura, y conforman distritos a medida que la urbanización aumenta exponencialmente. Las personas quieren vivir y trabajar en la Ciudad, a menos de 40 minutos de distancia entre uno y otro”, explican y afirman que la norma contradice esta tendencia y obliga a “construir una ciudad aldea”.

Las conclusiones de estos desarrolladores es que el mercado valora las torres y la altura, con la que se logrará crecimiento, modernidad y un entorno diverso y que el Código, así como está planteado, “es una oposición a la construcción”. De paso, reclaman beneficios impositivos reales. “Se está promoviendo que la gente viva donde no quiere”, sostienen. La tormenta recién empieza.