La creación de la CoCAMBA y la formación de institucionalidad en la Buenos Aires Metropolitana.

OUL-BAM | Por Artemio Pedro Abba

Autor: Artemio Pedro Abba, Coordinador General del Observatorio Urbano Local – Buenos Aires Metropolitana (OUL-BAM), CIHaM/FADU/UBA

Es auspicioso que el gobierno nacional haya creado la Comisión Consultiva del Área Metropolitana de Buenos Aires (CoCAMBA) en el ámbito del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda. La preside el Ministro del área y ocupa la Secretaría Ejecutiva de la misma Facundo Suarez Lastra, quien fuera Intendente de la Ciudad de Buenos Aires durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

La cuestión metropolitana emerge como uno de los más acuciantes desafíos del mundo contemporáneo. En este segmento vital de los asentamientos urbanos del planeta, generalmente constituyen la interface entre la sistema urbano de cada país y el resto del mundo, habitan actualmente 1,6 billones de personas y se espera que se incremente en casi un 40 % en 2030. América Latina y el Caribe está en el segundo lugar después de la Región Asia-Pacífico, con un 13 % de la población urbana total y un 14 % de la que habita en metrópolis (UCLG, 2016).

La cuestión se coloca en los primeros lugares de la preocupación mundial no solo por sobrellevar problemas crecientes de desigualdad social y vulnerabilidad ambiental, sino por la baja capacidad de gobernanza de territorios por sus altos niveles de interjurisdiccionalidad (1). En Argentina los residentes en las 26 aglomeraciones metropolitanas de más de 50 mil habitantes alcanzan casi el 60 % del total de la población del país y el 66 % de la urbana (Abba, A. P., 2010). El peso de la Buenos Aires Metropolitana (BAM) en esta cuestión es innegable acumulando el 33,9 % de la población total del país (según Censo 2010) y con manifiestas condiciones de desigualdad que someten al 29,6 % (EPH Segundo semestre de 2016) de la población a condiciones de pobreza y a un paupérrimo cuadro de calidad de vida urbana.

Desde comienzos de la gestión del nuevo gobierno se ha sobrevalorado la obtención de la llamada “triple corona” (el Partido gobernante administra los territorios de la Nación, la Provincia y la Ciudad). Como novedad se constituyó el Gabinete Metropolitano, lanzado con mucha algarabía, que trató de capitalizar la mencionada circunstancia política pero, a pesar de prometerse reuniones mensuales, el encuentro se produjo en muy pocas oportunidades y sus logros se redujeron a 3 cuestiones: 1) en materia de coordinación de la salud que se propuso la extensión del SAME al GBA, 2) un anillo de seguridad conjunto y 3) la extensión del Metrobús más allá de la Gral. Paz (Télam, 21-12-15).

Pero si se contrasta esos avances con el fracaso de sucesivos intentos del relanzamiento de la ACUMAR, organismo metropolitano que se constituyó en una promesa institucional de máximo calibre por haber sido creado en el ámbito de la CSJN y por sus indiscutibles objetivos de saneamiento de la CMR, las chances al menos parecen difíciles. Pasado ya año y medio de asumir el control del organismo no se ha superado el estancamiento que, es justo decirlo, se remonta al 2012 y tiene que ver con episodios de corrupción producidos durante el gobierno anterior (Página 12, 11-10-12) y a las propias rencillas internas por el control del ente interjurisdiccional del actual gobierno (La Nación, 7-12-16).

Si bien se mantuvo, para las “fotos”, de la mística de la “triple corona” gobernando en la BAM en cada inauguración de obras o actividades en común, sobre todo a medida que se aproximan las elecciones de medio término, salta a la vista que es más un marketing electoral que un verdadero trabajo en equipo. El nombramiento de Suarez Lastra a cargo de organizar una nueva institucionalidad futura para la BAM es esperable que tenga el respaldo de una genuina voluntad política de generar verdaderas instancias de gobierno en la metrópolis, de vital importancia para el desarrollo del país, tal como dice el planificador especialista en la cuestión metropolitana Pedro Ortiz “si Buenos Aires no funciona Argentina no funciona” (idM, marzo-2017).