Es la terminal de contenedores más moderna de Sudamérica y está inactiva sólo por 3,5 km de autopista sin construir

Infobae | por Joaquín Cavanna | Puerto de La Plata

Está ubicada en el puerto de La Plata. Comenzó a construirse en 2008 y requirió una inversión de USD 450 millones. Fue habilitada en 2015 pero desde entonces no pudo comenzar a operar debido a la falta del tramo de la autopista, clave para la conexión terrestre

Bloques de hierro de unos sesenta metros de altura con su naranja fluorescente acompañan el silencio. El pasto se anima a asomarse en las grietas del asfalto, debajo de vehículos que casi ni salen de su lugar de estacionamiento. Metros y más metro de vacío. La terminal de contenedores del puerto de La Plata es la más moderna de Sudamérica y se encuentra inactiva desde hace ya tres años por la falta de construcción de un pequeño tramo de 3,5 kilómetros que pueda unir el propio puerto con la Autopista Buenos Aires-La Plata.

Se trata de una terminal con grúas pórtico nunca antes vistas en el país, un scanner de seguridad de tecnología punta y una inversión detrás de 450 millones de dólares que todavía no pudo ni empezar a ser recuperada.

La ineficacia en el proyecto de la infraestructura vial durante años anteriores, sumada a la crisis presupuestaria actual de la obra pública y hasta a problemas de índole medioambientales confluyeron hacia el estado actual de la terminal.

La gestión pertenece a la empresa filipina ICTSI (International Container Terminal Services Inc.), que invirtió unos USD 450 millones y el compromiso a una potencial fase de ampliación.

La compañía filipina, que posee 29 terminales en unos 21 países alrededor del mundo, opera en La Plata mediante su filial argentina llamada TECPlata. Hoy en la inmensa superficie de unas 41 hectáreas apenas trabajan 36 empleados. La mayoría realizan cargos administrativos, mientras que la única tarea de los operarios es mantener en uso de vez en cuando la maquinaria y los vehículos con el objetivo de evitar que se arruinen por el desuso. Ya pasaron más de tres años desde su habilitación y prácticamente no llegan barcos de contenedores a la plataforma.

"La sensación es de frustración porque es muy poco lo que falta de autopista de cara a lo que sería el acceso principal al puerto", le explica a Infobae el italiano Bruno Porchietto, quien desde hace un mes y medio se convirtió en el nuevo CEO de TECPlata Argentina.

Por el momento, la terminal de contenedores de La Plata sí tiene conexión terrestre, pero la ruta que deben transitar los camiones de carga es a través de calles y avenidas que no están preparadas para soportar el tráfico semejante de una terminal operativa. Por eso, para poder iniciar su actividad, depende exclusivamente del tramo de tres kilómetros de autopista para unir al puerto con la Buenos Aires-La Plata.

"Ese conflicto con el recorrido es un poco el problema que tenemos desde el punto de vista comercial y la razón por la que hasta ahora no hemos podido atraer a ningún cliente a la terminal a pesar de que la terminal esté lista", agregó Porchietto.

La terminal de contenedores de La Plata comenzó a construirse en el 2008, durante el primer mandato de Cristina Kirchner. La obra finalizó en 2014 y quedó habilitada para su uso en julio de 2015. La apertura de la misma fue realizada con bombos y platillos por el entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli, a pocos meses de que se celebraran las elecciones presidenciales en el país.

La terminal de contenedores fue el gran caballo de batalla de Scioli durante los seis años de su construcción. "Acá está la decisión política, acá está nuestra vocación por el progreso y el desarrollo argentino", afirmó el entonces gobernador el día de su inauguración.

Sin embargo, durante los últimos años del gobierno anterior y los tres actuales de Cambiemos, todavía no pudo cerrarse esa brecha de autopista en el acceso principal al puerto.

La terminal cuenta con cuatro grúas pórtico inéditas de 60 metros de altura y 55 metros de alcance, un scanner de seguridad alemán de última generación (es el único ejemplar en la Argentina) y facilidades respecto a la ubicación y al espacio de movimiento para los buques.

"Además, se podría generar empleo para entre 500 y 800 personas directamente, e indirectamente podemos llegar a 4.500 o 5.000 puestos de trabajo", añadió Porchietto.

Desde el mismo Puerto platense se observa como una oportunidad la actividad comercial en el lugar. "La obra no sólo es necesaria para la empresa gestora, también es necesaria para la región. La región de La Plata, Berisso, el polo petroquímico, necesitan esta autopista. Por cuestiones de seguridad, de mejorar la accidentología vial, por cuestiones básicamente de crecimiento", le afirmó a Infobae el ingeniero Rodolfo Rocca, gerente general del Consorcio de Gestión del Puerto de La Plata.

La falta de construcción del último tramo de la autopista parece representar una serie de malas decisiones, desidia y hasta infortunio respecto a la coyuntura política y económica de la Argentina.

En marzo de este año el presidente Mauricio Macri se reunió personalmente con directivos de ICTSI. Desde la filial argentina aseguran que el Gobierno argentino se comprometieron a finalizar con los 3,5 km de autopista y que las obras se reanudaron muy poco tiempo después de ese encuentro.

Sin embargo, con la escalada del dólar en agosto y el período de recesión en el que entró la Argentina, la obra del tramo de extensión de la autopista fue uno de los tantos proyectos que se frenaron a lo largo del país. Las grúas fueron retiradas, los operarios se marcharon y el trazado quedó a medio hacer. Hoy, desde empresa encargada de la terminal aseguran que el principal motivo que brindan desde el Gobierno sobre el parate de la obra es la falta de presupuesto.

"Nosotros trabajamos con gobiernos de todo el mundo y entendemos que hay problemas presupuestarios. Puede pasar en cualquier sitio, esto no es porque sea Argentina. Podría pasar en cualquier sitio que el Gobierno tenga un problema presupuestario. Yo creo que quizás se debería poner en una balanza por un lado lo que es el coste de este acceso, que es limitado, y por otro lado, lo que la terminal pueda aportar a la zona", dijo Porchietto.

La concesión de TECPlata en el puerto de La Plata fue por 30 años. Hoy ya pasaron diez desde su llegada y todavía no pudo ni empezarse a recuperar la inversión. De hecho, desde la empresa se estima que sólo el mantenimiento de la terminal cuesta casi unos U$S 9 millones anuales.

"Tener que explicar a nuestra matriz que todos los meses perdemos dinero en lugar de recibir buques y producir riqueza es un poco complicado. Y está claro que esto tiene fecha de caducidad. No digo que la empresa se vaya mañana, pero antes o después una decisión habrá que tomar. Si no tenemos el acceso y no podemos operar, pues, tendremos que operar en otro sitio. Es normal. Pero que quede claro que es lo último que queremos hacer. Tampoco queremos que esto suene como una amenaza, para nada", aseguró Porchietto a Infobae.

Otro punto que genera conflicto en la construcción del tramo restante y que algunos lo catalogan hasta como "insólito" es el factor medioambiental. Entre otros puntos, la tala de árboles, la amenaza a la existencia del Parque Martín Rodríguez y cuestiones hidráulicas generaron la indignación de numerosos vecinos en zonas como Berisso o Ensenada.

Vecinos y representantes de ONG de ambas ciudades pidieron la intervención de la Defensoría del Pueblo bonaerense para frenar de manera definitiva la construcción del tramo restante de la autopista. Para los ambientalistas, el parque Martín Rodríguez representa el pulmón verde clave para acotar la contaminación generada por el polo petroquímico de Ensenada. En tanto, las ONG advierten que la traza del recorrido sobre los bañados de Ensenada y Berisso podría afectar la dinámica de los humedales en zonas como Villa Argüello, Villa Progreso y El Carmen.

El freno de la construcción de los 3,5 kilómetros de autopista representa también un riesgo para una inversión futura de ICTSI en la Argentina. Según Porchietto, durante la reunión en marzo con el presidente argentino, la compañía filipina se comprometió a invertir unos USD 150 millones para la ampliación de capacidad de la terminal. Hoy en día, dispone de un terreno capaz de recibir unos 450.000 contenedores. Con la potencial ampliación, la capacidad podría escalar a los 900.000.

"Yo vengo de Nueva York, donde fui la semana pasada a ver a nuestro CEO global, y tal cual dijo esto: 'Mira, obviamente, la inversión que está prevista no se hará si desde el otro lado no vemos que se hace la autopista'. Pero no es que esté diciendo 'ya está, vámonos'", afirmó Porchietto.

Así y todo, tanto desde TECPlata como desde el Consorcio del Puerto de La Plata destacan la buena predisposición del Gobierno para sacar adelante la construcción del tramo final.

"Lógicamente, el país atraviesa una situación tal vez crítica que haya que superarla momentáneamente. Mientras, nosotros hacemos continuas gestiones a través de Vialidad Nacional para que esto de alguna forma mejore", afirma Rocca.

Mientras, Porchietto se ilusiona: "Tener alternativas es positivo. Aparte de la comodidad que pueda tener un puerto comercial que esté fuera del centro de la ciudad y que también ayude a descongestionar un área que es residencial y que convive precisamente con un puerto comercial".

"Repito, no hay ninguna acritud y ninguna crítica hacia nadie. Simplemente realizamos un grito de ayuda: estamos acá, no nos falta nada y es una pena que por el último peso tiremos millones".

FOTOS: Dino Calvo