El Sur porteño, del casco y el overol a los pantalones cortos

16/08/2017 | Clarin.com | ARQ Arquitectura | Berto González Montaner

Las obras para la Villa y el Parque Olímpico
Una recorrida por las construcciones que el Gobierno porteño realiza en Villa Soldati para alojar a los atletas de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.

El Sur, el más profundo, está en plena transformación. Parece que se acabaron los tiempos de las declamaciones, las promesas incumplidas, las listas infinitas de buenas intenciones… Ahora recorrerlo sorprende por la cantidad de obras públicas en ejecución.
En Villa Soldati en lo que eran los terrenos del Parque de la Ciudad se está construyendo la Villa Olímpica, en la Avenida Escalada, entre Fernández de la Cruz y Roca, lugar donde se alojarán las comitivas que participarán de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. De los 31 edificios programados ya hay nueve que están casi terminados y el resto, que está en ejecución, deberá estar listo para marzo. No obstante ya se perfila cómo será la villa, sus manzanas, la altura y escala de sus edificios y sus amplios jardines internos.
Por décadas, esta zona fue terreno para hacer los más variados experimentos en construcción de vivienda social, en general bajo el paraguas de la ideología del urbanismo del llamado Movimiento Moderno que proclamaba dividir la ciudad en cuatro funciones básicas: Habitar, Trabajar, Circular y Recrearse. De allí salieron las soluciones habitacionales de los grandes conjuntos Lugano I y II y Villa Soldati, con forma de grandes placas quebradas, los primeros; y barras y torres intertrabadas los segundos, intentando dar las mejores condiciones de asoleamiento y ventilación a cada uno de los departamentos.
Fue el furor de la llamada Arquitectura de Sistemas que prometía dar solución habitacional a gran escala. Pero esos grandes conjuntos de los 60 y 70, como señala la investigadora Anahí Ballent, tuvieron muchos problemas: desde los urbanísticos, por su falta de integración con el medio urbano, a los arquitectónicos, por su deliberada indeterminación formal, rápida obsolescencia y por los graves problemas de mantenimiento que generan. Hasta los sociológicos, al no contar con la participación de los usuarios y no tener en cuenta sus tradiciones culturales.
La estrategia en el caso de la Villa Olímpica en construcción es otra. Retoma la idea de la ciudad tradicional de manzanas, calles y veredas y recoge la experiencia de la reconstrucción de Berlín en los años ´80, de las manzanas de la villa olímpica de Barcelona 92 y un poco de las de Puerto Madero a partir de los años 90.
El plan de la Villa tiene manzanas nuevas de unos 80 x 80 metros, divididas en ocho o diez lotes, con la posibilidad de construir seis pisos en altura, hasta 3 con retiro, una planta baja de usos mixtos, emulando lo que pasa en la ciudad tradicional, y un amplio corazón de manzana. Los casi 1200 departamentos donde se hospedarán los atletas en octubre de 2018 tienen uno, dos y tres ambientes y luego se integrarán al barrio Soldati. El Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) las entregará a familias de clase media y media baja a través de una serie de créditos blandos.
Cruzando la Avenida Coronel Roca, también el estadio multipropósito María Terán de Weiss está en obra. Al pie de sus tribunas que albergan unos 14.000 espectadores hay unas imponentes estructuras metálicas que según aseguran desde el Gobierno porteño serán montadas -luego de varias postergaciones- durante la primera semana de septiembre. El edificio tiene dos gigantescos arcos sobre el que correrá la cubierta retráctil y permitirá cubrirlo parcial o totalmente según las exigencias meteorológicas y de la competencia que se realice.
El Parque Olímpico, también sobre la avenida Roca, un poco más al norte y delimitando con la Autopista Presidente H. Cámpora, es otra de las piezas de este sector urbano donde se están levantando estructuras. Desde lejos ya se divisan varios de los pórticos metálicos que soportarán las envolventes y cubiertas de los seis pabellones deportivos que serán destinados a la natación, saltos ornamentales, gimnasia artística y rítmica y cuatro otros pabellones multipropósito para básquet, handball, vóley, boxeo o artes marciales. El proyecto general del predio es una reformulación del complejo público proyectado casi cuatro décadas atrás por el arquitecto y atleta Estanislao Kocourek quien llegó a integrar la delegación argentina de Helsinski 1952.
Tiene un paseo peatonal que vincula las áreas deportivas al aire libre (dos pistas de atletismo, canchas de hóckey, tenis, beach vóley, patinódromo) con los grandes pabellones y con otros cuatro bloques menores que albergan el comedor, el centro médico, el sum y las oficinas.
Pero no solo las obras están en los predios olímpicos. En diagonal a la Villa Olímpica, hacia el oeste y al lado de la Villa 20, las palas retroexcavadora están preparando el terreno para alojar unas 9.200 familias en el predio conocido como Papa Francisco. Mediante un convenio de asistencia técnica entre el Instituto de la Vivienda porteño y la FADU, están desarrollando junto al estudio Beccar Varela-Amorín los planos para generar una porción de ciudad que se integre con la villa. Para eso, al igual que en la Villa Olímpica, generan manzanas con construcciones sobre la línea municipal, de planta baja y cuatro pisos con patios interiores de 17 por 17 metros de lado, algo así como el ancho de una calle típica.
También habrá obras, pero de otro tipo, en lo que queda del Parque de la Ciudad, ahí donde aún se yergue la icónica Torre Espacial, el mirador de 176 metros, el más alto de la Ciudad que jalonaba ese parque temático inaugurado en setiembre de 1982 bajo el nombre de Interama. Para definir esa importante área, la Corporación del Sur llamó a un concurso organizado por la Sociedad Central de Arquitectos cuya fecha de entrega es el 5 de setiembre. Ya hubo otro concurso de ideas convocado para el área durante la gestión de Jorge Telerman en 2008. La idea era justamente disparar propuestas y el debate sobre este lugar postergado de la Ciudad, cuando todavía no habían explotado ni las sangrientas tomas del Parque Indoamericano y en la agenda todavía no estaban los Juegos de 2018.
Ahora el nuevo certamen pide a los proyectistas que imaginen para esta porción de terreno, un nuevo Parque de la Ciudad diseñando propuestas integrales de carácter urbanístico, de paisaje y de gestión que permitan recrear este particular sector de Buenos Aires y su influencia en toda el Área Metropolitana.