El desafío de integrar la Isla Demarchi a la Ciudad

02/05/2018 - Clarin.com Ciudades 
Urbanismo

Es la continuación natural de Puerto Madero, pero está casi frente al Polo Petroquímico.

Pocas ciudades tienen áreas sin urbanizar de las dimensiones de la Isla Demarchi. Foto: Mario Quinteros

No es habitual encontrar en una metrópolis como Buenos Aires un espacio aún sin urbanizar de las dimensiones de la Isla Demarchi. Son diez hectáreas, pero si se tienen en cuenta sus alrededores asciende a 70 hectáreas, según las estimaciones oficiales. Por su ubicación junto al río, la zona tiene un potencial económico y social sustancial, pero también tiene la complejidad ambiental de estar cerca del Polo Petroquímico de Dock Sud. Clarín consultó a dos arquitectos y urbanistas sobre cómo debería integrarse la zona al tejido urbano.

Roberto Converti, director del estudio Oficina Urbana, considera que para una correcta planificación deben considerarse tres zonas cercanas: "Hay que integrar este espacio al Distrito de la Artes a fin de valorizar el patrimonio industrial portuario existente con usos destinados a actividades culturales y educativas. Además, su posición en el extremo sur del emplazamiento de Puerto Madero facilitaría el destino de usos residenciales especiales. Y, por sobre todo, la relación de tan importante sitio con el Río de la Plata permite un espacio público integrador y excepcional de la Ciudad y el Río en la zona sur de Buenos Aires", agrega.

Por su parte, Emiliano Espasandin, al frente del estudio Palo Arquitectura, remarca "la importancia de la pieza urbana porque es casi el desenlace natural de Puerto Madero", pero también hace hincapié en la "complejidad industrial" que tiene desde el punto de vista ecológico porque las refinerías están prácticamente enfrente de la isla Demarchi.

La Isla Demarchi ofrece la posibilidad de vincular a la Ciudad con el río. Foto: Mario Quinteros

Dice que el gobierno debería tener un plan rector y llamar a un concurso de ideas: "La Ciudad tiene por obligación reconocer oportunidades, desarrollarlas con la inversión privada también y ser la que saque más réditos. Puerto Madero fue una experiencia exitosa pero hay que tener cuidado de no repetir falencias". Espasandin subraya, por ejemplo, que la urbanización de la Isla Demarchi debe tener muy presente "la relación transversal con el área central de Buenos Aires y el acceso al transporte público". También remarca la necesidad de "rescatar, redefinir y poner en valor" a la arquitectura industrial que tienen los pabellones de la isla.

Converti considera que los proyectos de reconversión portuaria de Rotterdam y Oslo podrían tomarse como inspiración para dar valor al "waterfront" de Buenos Aires: "Son dos casos donde la mixtura de actividades han facilitado la creación de un Puerto Ciudadano excepcional, pudiendo generar para este caso un vínculo social estimulante y adecuado entre la naturaleza fluvial, la reconversión urbana y arquitectónica y el territorio porteño", sostiene.

También Espasandin refiere al desarrollo en la ribera de la ciudad holandesa. "Es interesante el caso porque un estudio armó el master plan y luego convocó a otros estudios de arquitectura a desarrollar sus proyectos".